El jugador de fútbol termina, la persona queda. Y Roque Luis Santa Cruz Cantero es claro ejemplo de ello, un ejemplo que va más allá de las camisetas. Hablar de Roque es hablar de constancia y profesionalidad, de un líder natural, solidario, tolerante y firme que supo brillar en Europa y dejar en alto la bandera paraguaya.
Llegó al Decano a los 9 años y a los 15, en julio de 1997, debutó en Primera División de la mano de Luis Alberto Cubilla en un superclásico ante Cerro Porteño.
En sus primeras tres temporadas fue nada menos que tricampeón: ganó los títulos absolutos de 1997, 1998 y 1999 con el Rey de Copas, para luego ser transferido al poderoso Bayern Múnich de Alemania.
Un sábado 30 de julio del 2016, 17 años después, Roque Luis volvió a jugar un partido con su gloriosa camiseta y lo hizo con todo: gol y triunfo por 4-0 ante el Deportivo Capiatá en Para Uno.
Dos años después, Santa Cruz cumple su sueño: consagrarse nuevamente campeón con el Decano. Lleva 100 partidos con la franja azabache (77 por el campeonato paraguayo y 23 a nivel internacional) y un total de 25 goles (17 locales y 8 internacionales).
“Hay Roque para rato”, fue una de las declaraciones de Santa Cruz este año. Su contrato vence en diciembre, pero su ilusión es disputar la Copa Libertadores de América 2019 con el equipo de sus amores.
