Con Justo Villar, que se enfundó en Innsbruck por última vez la camiseta de la Selección Paraguaya, unos 11 minutos para luego ser reemplazado por Alfredo Aguilar —algo de tributo por sus servicios de casi dos décadas—, la Albirroja terminó cayendo en el amistoso disputado en Austria frente a Japón.
El combinado nacional dirigido de forma interina por Gustavo Morínigo ya mostró un comienzo titubeante en el primer tiempo, pero luego se asentó más contra el combinado alternativo de Japón y creó dos ocasiones importantes gracias a la participación del creativo Óscar Romero, el único que puede ser salvado en esta debacle.
El volante del Shanghai Shenhua de la Superliga China abrió el marcador en su segundo intento, tras un sombrerito y un remate rastrero que ingresó cerca de palo izquierdo de Higashiguchi cuando se disputaban 31 minutos del primer lapso. Con este resultado cayó el descanso.
En el complemento, el cuadro nacional bajó su rendimiento de manera ostensible para terminar dejando una imagen deplorable. Japón aprovechó esta coyuntura para marcar la igualdad con Takashi Inui, a seis minutos del reinicio. Paraguay no despertó con esa campanada y sufrió el segundo golpe por intermedio del mismo anotador asiático (62 m).
En un abrir y cerrar de ojos, el compromiso encontró a la Albirroja remando contra la corriente y sin sus ideas iniciales ante el mundialista asiático que postergó el tercer grito con Kagawa y compañía. Los cambios masivos, que permitió el debut del argentino nacionalizado Alejandro Romero Gamarra, empeoraron las cosas.
Morínigo movió el banco de suplentes para buscar más peso ofensivo con los ingresos de Antonio Sanabria y Ángel Romero. Éste último marcó, pero fue anulado por posición adelantada. Esta situación se produjo de forma aislada debido a que la selección perdió el control de la situación y volvió a padecer un tercer gol, esta vez en contra, marcado por Federico Santander (77 m).