13 dic. 2024

Vapuleada del Borussia

Borussia Dortmund, campeón alemán, vapuleó al Hamburgo (1-5), con Lucas Barrios quien ingresó hacia el final.

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El Dortmund salió a mandar en el campo desde el comienzo del partido y, con una presión agresiva que dificultaba la salida del Hamburgo de su campo y un juego de ataque bastante vertical, muy pronto empezó a generar ocasiones clara

Ya en el minuto 2, Sven Bender tuvo la primera ocasión de marcar, con un disparo desde el borde del área. Luego Robert Lewandowski, en el minuto 3 y en el minuto 12, y Neved Subotic, con un cabezazo en el minuto 4, estuvieron cerca del gol.

Por la manera en que se estaba presentando, el gol del Dortmund tenía que llegar y llegó, en el minuto 12, cuando un pase del japonés Shinji Kagawa dejó a Kevin Grosskreutz sólo ante el meta del Hamburgo, Jaroslav Drobny. Grosskreutz no falló.

Pese a que tras el gol en contra el Hamburgo tuvo un conato de reacción, y una buena ocasión de empatar con un remate de cabeza del peruano Paolo Guerrero, el dominio del Dortmund siguió siendo claro.

El partido mostraba a un Dortmund mandando y a un Hamburgo tratando de resistir y probando ocasionalmente suerte en ataque, ante todo por la banda derecha donde Marcell Jansen y Dennis Aogo se mostraban bastante activos.

El Dortmund, pese a los esfuerzos del rival, estaba más cerca del segundo que el Hamburgo del empate y, en el minuto 37, el polaco Robert Lewandowski aumentó la cuenta con un disparo dentro del área, tras una jugada individual que incluyó un túnel a Heiko Westermann.

En el segundo tiempo las cosas se pusieron todavía peores para el Hamburgo. En el minuto 58, a través de un contragolpe capitalizado por el polaco Jakob “Kuba” Blaszcykowski, llegó el tercero para el Dortmund.

En el 77 el mismo “Kuba” hizo el cuarto al convertir un penalti que se había generado en una falta contra Moritz Leitner y Lewandowski logró el quinto tras una combinación dentro del área.

El descuento para el Hamburgo, logrado por Guerrero en el 86, no alcanza ni siquiera para maquillar el desastre del equipo de Thorsten Fink. EFE