Tal fue la facilidad con que ganó la sexta serie de 100 metros que, cuando sólo había cubierto la mitad, ya se relajaba mirando al tendido. Cruzó la meta en 10.10, con viento contrario de 0,7 metros por segundo, y abandonó la pista haciendo carantoñas a la cámara.
El estadio Daegu, con un aforo de 65.000 localidades, se llenó por completo en la sesión nocturna ante el doble gancho de la ceremonia inaugural y la primera comparecencia de Usain Bolt sobre la pista.
La primera ronda de los 100 metros, divididas en una tanda matinal de cuatro series para modestos y otra vespertina de siete, con todos los grandes ya en acción, empezó a desvelar las claves de lo que puede ser la final del domingo. Nadie duda de la victoria de Usain Bolt. La incógnita residirá en la marca ganadora.
Bolt tomó la salida en la sexta y penúltima serie vespertina. Las gradas se habían despoblado pero la presencia del ídolo mundial todavía mantuvo pegados a sus asientos a 20.000 espectadores, sólo para ver en acción al plusmarquista mundial durante diez segundos.
El jamaicano, que estuvo casi ocho meses sin competir, con problemas de espalda, desde su derrota del año pasado ante el estadounidense Tyson Gay, desea un regreso tranquilo y anticipa que no habrá récord. “La gente siempre espera mucho de mí, pero yo sólo estoy concentrado en la victoria”, dijo.
El francés Christophe Lemaitre, primer blanco que bajó de 10 segundos, ofreció una gran impresión en la tercera serie, batiendo de largo, con un tiempo de 10.15 y viento contrario de un metro, al estadounidense Justin Gatlin (10.30).
También pasaron con gran autoridad Yohan Blake, el futuro de la velocidad jamaicana según su amigo Bolt, que ganó su serie en 10.12; el estadounidense Walter Dix, vencedor en la suya con 10.25, y otro jamaicano, Nesta Carter, primero en la quinta con 10.26.