El Sevilla ganó 3-1 al Real Mallorca y consiguió así su tercer triunfo seguido, algo que no lograba desde hace dos años y cuatro meses, que le mete de lleno en la pelea por Europa tras superar siempre a un rival que deberá esperar para acercarse más a la salvación.
Los de José Miguel González ‘Míchel’, con la novedad en el once de Luna como lateral izquierdo por el sancionado Fernando Navarro y, de nuevo, sin los lesionados Spahic y Perotti, volvía a su casa tras ganar en Santander y Granada, con un plus de motivación ante un rival siempre aguerrido y peligroso, el sello de su técnico, Joaquín Caparrós, ‘sevillista’ confeso y muy ovacionado en los prolegómenos.
En el primer cuarto de hora, ambos equipos se ocuparon más de adaptarse al irregular estado del campo, mojado y con charcos por la lluvia caída antes, lo que dificultó mucho el juego raso y de toque que buscó, sobre todo, el Sevilla, pues el Mallorca apostó más por el fútbol directo, de mucha presión pero sin llegadas claras arriba.
Con todo, el primer aviso serio fue del ‘Chori’ Castro, pero su remate desde la frontal del área lo paró bien Palop. El uruguayo fue el más activo del Mallorca en la primera mitad junto a la movilidad de Álvaro y Víctor, pero los de Caparrós, con un sistema muy defensivo, sin riesgos, se centraron más en controlar a los locales.
Esto animó al Sevilla, que se mostró muy superior al cuadro bermellón, intentó siempre abrir vías de juego y buscó el gol con ahínco, con el alemán Trochowski y el chileno Medel bien plantados en el medio y Reyes, Manu del Moral y en especial Navas entonados.
Las entradas de Jesús Navas por la derecha eran un presagio del buen número de ocasiones de gol que el Sevilla creó ante el israelí Dudú Aouate en este periodo. Primero, con un doble remate de Navas que se fue a córner; luego un cabezazo de Manu, un tiro de Reyes, otro de Trochowski o dos contras peligrosas que Manu no aprovechó.
Los sevillistas perdonaron en exceso ante un Mallorca conservador y al que desbordó en todo momento, pero paradójicamente fueron los visitantes los que pudieron irse con ventaja al descanso, al rozar en el último minuto el 0-1 por medio del Chori Castro a centro desde la derecha del francés Pereira, pero un paradón de Palop lo evitó.
En el segundo tiempo, los locales salieron con más ganas si cabe y obtuvieron pronto el premio que, con las ocasiones malogradas, no consiguieron en el primero. Así, a los 51 minutos, Álvaro Negredo hizo el 1-0 al cabecear a gol, de espaldas a la portería, un córner bien sacado por Reyes.
Esto hundió al Mallorca, que se quedó muy tocado y, lejos de reaccionar, se mostró muy impreciso e impotente ante el buen juego que en muchas fases, y con gran rapidez y criterio, desplegaron los sevillistas, que, sólo once minutos después, ampliaron su renta con el 2-0 en el 62.
Fue una bonita jugada entre Navas y Manu del Moral, que marcó su quinto gol en los tres últimos partidos de tiro cruzado y colocado.
Esto ya fue demasiado para los de Caparrós, que, al ver el partido tan cuesta arriba, anduvieron perdidos en el campo e hicieron más concesiones aún al Sevilla, que antes de llegarse al ecuador de este periodo sentenció con su tercer tanto.
Jesús Navas, quizás el hombre más decisivo del choque, marcó el 3-0 a los 68 minutos, tras aprovechar en el área pequeña un pase medido y de gran calidad de Reyes desde la izquierda, sin que Aouate pudiera hacer nada.
Sin embargo, dada la gran ventaja y al tener ya el partido resuelto, el Sevilla perdió su juego alegre y se durmió, lo que dio oxígeno al Mallorca, que se fue arriba y acortó distancias por medio del israelí Hemed, quien había sustituido a Castro y marcó el 3-1 final tras un centro de Cáceres. Pero ya no hubo tiempo para más. EFE