Gijoneses y sevillistas rivalizaron en juego durante el primer cuarto de hora, ajenos a la diferencia que separaba a ambos en la tabla clasificatoria. Los discípulos de José Miguel González’Michel’ protagonizaron su primera aproximación de cierto peligro a la meta de Juan Pablo transcurridos unos minutos en una acción en la que el correoso Navas trató de rearmar el ataque de los suyos por la banda derecha hasta que Canella desbarató el intento.
Acciones aisladas con reducida resolución ofensiva de unos y otros, en las que las defensas lograban imponerse con facilidad, incluso cuando llegaban por partida doble, como ocurrió en dos balones consecutivos despejados por Gregory y Botía, y varias decisiones arbitrales, que suscitaron las protestas de un público entregado, fueron consumiendo el primer periodo.
Empezó el conjunto de Javier Clemente a cogerle el pulso al partido, animado por algunas decisiones adoptadas por el colegiado catalán Javier Estrada, que recibieron las respectivas desaprobaciones por parte de los espectadores.
Una entrada de Cala ante Barral en un forcejeo entre ambos; otra posterior en la que la hinchada reclamó agarrón de Escudé también a Barral y una acción de Fernando Navarro ante Mendy centraron las críticas de los aficionados.
Un remate al poste de Perotti, en el minuto 26, tras una gran jugada de Navas en una salida rápida con la que el Sevilla se sacudió un periodo de juego constante en su campo pudo haber desequilibrado el partido, que aún deparó una segunda opción para los andaluces en disparo alto de Manu del Moral tras ganarle la posición a Gregory.
En el minuto 32 un pase de Colunga, preciso y con excelente visión de juego, brindó un balón a André Castro, que el portugués, escorado a la izquierda y sin demasiado ángulo, cruzó con su pierna izquierda al segundo palo ante un desesperado Palop.
El Sevilla, condicionado por la baja por lesión de sus dos delanteros habituales, Kanuté y Negredo, insistió en su tentativa por encontrarse con el gol, que buscó hasta el descanso con un discreto bagaje. Una caída de Reyes ante Trejo, sin reprobación arbitral, cuando acababa de adentrarse en el área local llevó a los andaluces al final de la primera parte.
Tras el descanso, sin cambios en los equipos, trató el Sevilla de persistir en la búsqueda de la igualada, si bien únicamente aportó un remate que salió fuera de Rakitic, desde el borde del área tras un despeje flojo del meta Juan Pablo, y un disparo de Navas, que blocó el portero.
Comenzaron Clemente y Michel a desplegar los cambios, con el técnico local buscando consolidar el triunfo momentáneo y el visitante intentando reconducir a los suyos, a los que sumó la incorporación de Campaña, Babá y Trochowski, autor de un disparo raso, que salió cerca del poste derecho.
Demasiados minutos sin fútbol vistoso fueron, sin embargo, un camino para perpetuar la victoria provisional de los sportinguistas ante un Sevilla que, por momentos, logró arrinconar a los locales en su área y entorno, con más dominio territorial que ocasiones claras de gol.
Bilic, solo ante Palop, al borde del tiempo reglamentario desaprovechó la oportunidad para sentenciar un partido al que Mendy, en otra contra, también pudo haber puesto la guinda con un remate cruzado que rodó paralelo a la línea de gol.
El encuentro finalizó con bronca tras una recta final de gran emoción en el estadio, con el público entregado y varias tarjetas amarillas en el tiempo añadido, en un final crispado, que registró algunos forcejeos en el túnel de vestuario. EFE