Lo llamativo de esta final, que como pocas veces no tuvo como protagonistas a los mellizos Bob y Mike Bryan, dupla número uno del mundo y eliminada en tercera ronda, fue que Lukasz Kubot y Robert Lindstedt ganaron sin ningún antecedente previo positivo.
Los nuevos campeones del Australian Open no habían ganado ni un solo partido, como pareja, hasta este torneo. Antes habían jugado juntos solo en dos ocasiones y perdieron en ambas. En la primera ronda, en el Masters 1000 de París y en Sídney este año.
En el primer Grand Slam de la temporada empezaron a sorprender en la tercera ronda, en la que eliminaron a los cuartos favoritos, el croata Ivan Dodig y el brasileño Marcelo Mello (5-7, 6-4 y 6-4).
En cuartos de final se deshicieron del bielorruso Max Mirnyi y el ruso Mikhail Youzhny (6-4, 7-5 y 6-2), mientras que en semifinales batieron a los conocidos franceses Michael Llodra y Nicolas Mahut (6-4, 6-7 y 6-3).
La gran final, ante el norteamericano Eric Butorac y sudafricano Raven Klaasen ya la resolvieron en sets corridos y en poco más de una hora (65 minutos). Con doble 6-3, Kubot y Lindstedt hicieron historia en el Australian Open. EFE.