Cualquier resultado deportivo quedó ensombrecido por el accidente que costó la vida a Simoncelli, quien cuando peleaba por la cuarta plaza con el español Álvaro Bautista (Suzuki GSV RR), se fue al suelo y si bien éste le logró esquivar, el estadounidense Colin Edwards (Yamaha YZR M 1), que marchaba por detrás de él no pudo hacer lo mismo y acabó impactando de lleno contra su cuerpo.
Simoncelli fue atendido de inmediato por las asistencias del circuito y trasladado a las dependencias médicas en donde se intentó durante cuarenta y cinco minutos su reanimación, que no fue posible.
Poco antes de las cinco de la tarde, hora de Malasia, se certificó su fallecimiento.
Antes de eso, el Gran Premio de Malasia ya había sido bastante movido, al confirmarse oficialmente a primera hora de la mañana que el español Marc Márquez (Suter) no podría disputar la carrera como consecuencia del fuerte golpe que se dio en la primera vuelta de los primeros entrenamientos libres del viernes.
Tanto el piloto como el equipo intentaron por todos los medios estar en la carrera malaya y así fue que no hizo ningunos entrenamientos libres y en los oficiales apenas dio tres vueltas para conseguir una que le clasificase.
El domingo, con casi dos días de descanso, Márquez se sintió mejor pero tras el control médico, en el que le explicaron los problemas de sufrir el denominado “síndrome del segundo impacto”, de manera consensuada equipo, piloto y médicos decidieron que no disputase la carrera.
Stefan Bradl tenía a su alcance ganar el título mundial de Moto2, pero para ello debía ganar.
Desde la salida, Stefan Bradl se puso al frente de la carrera, superado inicialmente por el suizo Thomas Luthi (Suter) y ellos fueron los que con el paso de las vueltas se acabaron distanciando de sus rivales, entre los que destacaron los hermanos Espargaró, Aleix (Kalex) y Pol (FTR), si bien fue este último el que se acabó adjudicando la tercera posición del podio.
Durante buena parte de la carrera fue Bradl el que marcó el ritmo en la misma y no fue hasta el decimoséptimo giro cuando Luthi tomó la iniciativa y le superó.
Bradl reconoció después que dejó hacer a su rival para estudiarlo y saber donde pasarlo para cerrar todos los huecos y ganar una carrera que le daba el título.
No le dio tiempo, la caída del español Axel Pons (Kalex) una vuelta después obligó a mostrar bandera roja y dar por concluida la carrera al quedar el piloto en medio de la pista.
Tal y como indica el reglamento la clasificación final se establece en función de la última vuelta que dan todos los pilotos, en este caso la decimoséptima, en la que Thomas Luthi era el líder, razón por la cual el suizo le amargó el título al alemán pero consiguió su primera victoria en Moto2 y también desde que en 2005 se proclamase campeón del mundo de los 125 c.c.
Ahí, en 125 c.c., se podía proclamar campeón del mundo el español Nicolás Terol (Aprilia), tan solo le bastaba con acabar por delante del francés Johann Zarco (Derbi) y lo cierto es que durante buena parte de la carrera Terol impuso el ritmo a sus rivales.
Fue en el tramo final cuando el desgaste de los neumáticos le provocó un susto que permitió a Maverick Viñales (Aprilia) y el alemán Sandro Cortese (Aprilia), superarlo en primera instancia, aunque un segundo susto propició también que le aventajara también el propio Zarco y su compañero de equipo, Héctor Faubel.
Extenuado por el esfuerzo no pudo ni llegar a su taller y Terol se bajó de la moto en una zona del circuito, se quitó el casco y los guantes y tuvo que ser atendido por una pequeña deshidratación. Su primer y único título mundial tendrá que esperar hasta el 6 de noviembre en Valencia.