Es la tercera vez esta campaña que el conjunto hispalense ocupa la primera plaza. Lo consiguió tras la primera y la octava jornada. Ahora intentará que no vuelva a ocurrir como en dichos casos y tratará de defenderlo lejos de su Ramón Sánchez Pizjuán, ya que visitará consecutivamente al Alavés y al Valencia.
El equipo de Pablo Machín aprovechó la oportunidad que le concedió el empate el sábado en el Wanda Metropolitano entre el Atlético de Madrid y el Barcelona (1-1), a los que precede en la tabla por dos y un punto, respectivamente.
Pero no lo tuvo fácil porque enfrente tuvo a uno de los equipos revelación de este primer tercio de temporada, el recién ascendido Valladolid, que le planteó muchos problemas.
Tan solo pudo superar la resistencia del equipo de Sergio González a la media hora, cuando Pablo Sarabia recortó en el área y se sacó un centro medido con su pierna mala -la derecha- que aprovechó a la perfección Andre Silva.
El Valladolid, que exhibe uno de los mejores bloques defensivos del torneo pero que es el que menos goles ha logrado, vio como el colegiado, luego ratificado por el VAR, le anulaba dos tantos al turco Enes Unal.
Fue ante otro disparo postrero del otomano, tras una magnífica maniobra dentro del área, el momento en el que Vaclik se erigió en salvador del cuadro sevillista, que no pudo respirar tranquilo hasta el pitido final.
El duelo catalán en el RCDE Stadium truncó la racha como local del Espanyol, que había ganado todos sus partidos, y confirmó la de visitante del Girona, que se llevó su tercer triunfo del curso fuera de Montilivi al imponerse por 1-3.
Un exespanyolista, el uruguayo Christian Stuani, dio el golpe de gracia al partido con dos goles en los primeros seis minutos, ambos de cabeza. Con ellos, de paso, se instala como máximo realizador de LaLiga.
Borja Iglesias, a los 74 minutos, dio esperanzas al Espanyol. Pero estas no se confirmaron porque el Girona controló bien y asestó el golpe definitivo en una escapada del marfileño Seydou Doumbia (m.90).
El Villarreal alivió la crisis en la que estaba inmerso y sumó su primera victoria en La Cerámica esta temporada (2-1) ante un Betis que llegaba eufórico después de vencer en el Camp Nou y que no ofreció el mismo rendimiento.
Una brillante parada de Pau López fue el anuncio de la resolución del partido. En el consiguiente saque de esquina Gerard Moreno, de cabeza, desniveló la balanza (m.52) y tan solo dos minutos después el joven nigeriano Samuel Chukwueze, con un disparo raso cruzado, firmó el 2-0.
Cuando el choque parecía absolutamente sentenciado, el argentino Giovani Lo Celso se inventó un tiro por la escuadra y tuvo el Betis cuatro minutos de prolongación para soñar con el empate, pero no pudo conseguirlo.
El Athletic del argentino Eduardo Berizzo no endereza el rumbo. Con el empate en San Mamés ante el Getafe (1-1) alargó a doce la racha de partidos sin ganar.
El conjunto vizcaíno, que con la victoria del Leganés ya está en puestos de descenso, no encuentra la luz. De nuevo volvió a dejar escapar un marcador favorable en el segundo tiempo y la situación es cada vez más complicada.
Esta vez el joven defensa Peru Nolaskoain adelantó al Athletic a los 67 minutos al rematar una falta, pero el equipo dio un paso atrás, el Getafe fue en busca de la meta de Iago Herrerín y empató poco después por medio de Jaime Mata (m.77). Incluso el delantero getafense y todo el equipo pidió insistentemente penalti por sufrir un agarrón en el último minuto cuando iba a remachar el segundo tanto.