Al menos eso es lo que se desprende las últimas informaciones que se han conocido este lunes sobre el estado de las conversaciones entre la MLS y el sindicato de jugadores.
Las fuentes cercanas a las mismas aseguran que se encuentran en un punto muerto y con varios aspectos difíciles de superar.
Las partes llegaron a un acuerdo sobre las reducciones salariales y los detalles de un torneo de verano en el área de Orlando (Florida), en el que los 26 equipos se alojarían en un “ambiente controlado” en un hotel de Disney durante varias semanas.
Sin embargo, existen dos puntos importantes: los jugadores que aceptan una parte menor de los ingresos de TV a partir de 2023 y el lenguaje en una cláusula de fuerza mayor, que permitiría a los dueños retener salarios y suspender contratos en el caso de otra grave crisis nacional.
Los dueños de la MLS no parecen dispuestos a negociar más y el sindicato de jugadores debe decidir antes del mediodía de mañana, martes, si acepta los términos de la liga.
De lo contrario, los dueños comenzarían a bloquear la actividad de los jugadores.
Se espera que algunos profesionales se salten los entrenamientos de grupo voluntarios que comenzaron este lunes de cara a estudiar de nuevo la situación, dijo una persona familiarizada con las conversaciones.
La liga tiene como objetivo reiniciar la competición en el torneo de Orlando y quizás reanudar la temporada regular sin espectadores o muy pocos, a fines de este verano u otoño.
Los directivos de la MLS dijeron que no querían comentar. El sindicato de jugadores anunció el domingo por la noche que sus miembros votaron para aprobar un paquete de concesiones económicas.
“Si bien fue un voto difícil en tiempos increíblemente desafiantes, se tomó en conjunto para garantizar que los jugadores puedan regresar a la competencia tan pronto como puedan hacerlo de manera segura”, declaró el sindicato a través de un comunicado.
Los miembros del sindicato acordaron una reducción salarial (7,5 por ciento, dijo una persona familiarizada con las conversaciones), así como la reducción de las bonificaciones individuales y de equipo.
También aceptaron los jugadores modificaciones al acuerdo de negociación colectiva, incluida una extensión de un año hasta la temporada 2025 y “concesiones adicionales a los términos existentes y futuros del Convenio Laboral”.
Este invierno, las partes ultimaron un acuerdo laboral de cinco años. Sin embargo, nunca fue ratificado.
Enfrentando las perspectivas de pérdida de ingresos durante el resto de la competición de la temporada del 2020, si al final se reinicia, los dueños de la MLS han buscado concesiones económicas de los jugadores.
Las partes intercambiaron propuestas varias veces en las últimas semanas, pero sin llegar al acuerdo definitivo que les abra las puertas de la vuelta a la competición como ya sucede en otras ligas profesionales.
La pandemia del coronavirus llegó cuando apenas se habían disputado dos jornadas de las 34 que conforman el calendario de la temporada 2020, la vigésimo quinta en la historia de la liga.
MLS ha estado buscando unirse a varias otras ligas alrededor del mundo para reiniciar sus temporadas. La Bundesliga alemana fue el primer circuito importante en reanudarse y, en las próximas semanas, Inglaterra, Italia y España volverán.
En Estados Unidos, la Liga Femenina de Fútbol (NWSL, en inglés) anunció la semana pasada que los nueve equipos que la conforman se reunirían en Salt Lake City (Utah) a fines de junio y competirían en la Challenge Cup.
La NWSL se convertiría en el primer deporte de equipo de Estados Unidos en regresar a la competición tras el cierre de toda la actividad deportiva en Estados Unidos por causa de la pandemia del coronavirus.