Bernardo Romeo Benítez, de 19 años de edad, se convirtió este lunes en la pieza angular del triunfo 2-1 de Guaraní ante Olimpia en otra edición del clásico más añejo del fútbol paraguayo.
El juvenil saltó al campo de juego al inicio del complemento en lugar de Luis Fariña y se convirtió en la clave de la remontada. El extremo izquierdo fue el dolor de cabeza de los defensores del Rey de Copas, que casi siempre perdieron ante su velocidad.
“Me tocó encarar, tenía confianza”, dijo en su escueta declaración tras ser electo por la televisión como la figura del encuentro en el estadio Rogelio S. Livieres.
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Romeo dejó varios defensores en el camino para el primer gol del Aborigen, haciendo caso a las directrices que le dio Néstor Camacho. “Me da confianza para encarar, me dijo que aproveche el momento que me toca”, apuntó sobre la charla que tuvo con el delantero.
Tampoco se intimidó ante Mateo Gamarra, que suele imprimir mucha fuerza a sus intervenciones, ya que los clásicos se juegan así. “Estos partidos se juegan así, es un clásico, teníamos que dejar los tres puntos en casa”, remarcó.
Sobre el triunfo en sí, el norteño aseguró que el mismo servirá mucho para levantar la moral del equipo. “Esto nos ayudará muchísimo, veníamos atravesando un momento difícil, ahora conseguimos dos victorias consecutivas”, ponderó.