De esta forma, Ricciardo pierde su segunda plaza, lo que supone el ascenso a la segunda del danés Kevin Magnussen (McLaren), al podio de su compañero el británico Jenson Button y al cuarto puesto del español Fernando Alonso (Ferrari).
El piloto australiano, que logró subirse al segundo cajón del podio en su primera carrera con Red Bull, estaba siendo investigado desde el final de la prueba por “exceder ampliamente la limitación de combustible en 100 kilogramos”, según los comisarios de carrera.
Según el acta de los jueces, el delegado técnico de la FIA detectó que el monoplaza de Ricciardo “excedió el flujo requerido de combustible de 100 kilogramos”, medido por “un sensor de flujo homologado por la FIA y operado por la escudería”.
Este sensor registró una diferencia en las mediciones durante los dos primeros entrenamientos libres, de manera que el equipo utilizó un sensor distinto el sábado, cuyas mediciones “no fueron satisfactorias” para la FIA, por lo que se les pidió sustituir dicho sensor para las mediciones.
Según el acta, el equipo decidió no sustituir el sensor del sábado por el del viernes por considerarlo “inexacto” y decidió utilizar su propio sistema interno de medición del flujo, algo permitido siempre que se pueda cambiar al sistema homologado en caso de requerirse, explica el documento.
“El representante técnico de la FIA observó durante la carrera a través de la telemetría que el flujo de combustible era demasiado alto y contactó con el equipo, dándole la oportunidad de seguir las instrucciones y reducir el flujo para que estuviera en el límite y medido por el sensor homologado. El equipo eligió no hacer esta corrección”, especifica el acta de la FIA.
"Éste parámetro está fuera del control del piloto”, dice el dictamen de los jueces de carrera, que descarta cualquier responsabilidad de Daniel Ricciardo.
Tras la decisión de los comisarios, el equipo Red Bull anunció su intención de “apelar inmediatamente” la decisión de los jueces de carrera.
“La medición de los flujos de combustible por parte de la FIA ha sido inconsistente durante todo el fin de semana y en la zona de garajes. El equipo y Renault están seguros de que el combustible inyectado al motor cumple totalmente con las reglas”, reza el comunicado de Red Bull.