“Con este calor es imposible jugar fuera”, apuntó tras el encuentro el primer favorito en Melbourne, que saltó a la pista central más tarde lo previsto debido al cierre del techo del Rod Laver Arena. Rafael Nadal reconoció que así las condiciones “eran mejores, sin duda”, aunque igualmente “duras”. “Había mucha humedad”, afirmó.
El número uno del mundo remarcó el nivel de su tenis en la primera y tercera manga, donde brilló especialmente con su servicio y se mostró agresivo desde el fondo de la pista. “En el segundo set no jugué tan bien. Me paré un poco, jugué con menos intensidad y cometí más errores”, subrayó.
Nadal, que en esta edición ya se enfrentó a dos jugadores locales, indicó que los aficionados le hacen sentirse “muy especial” en Australia. “Incluso cuando estás jugando contra un jugador australiano te respetan”, aplaudió.
En tercera ronda, el español se enfrentará al francés Gael Monfils, que superó al estadounidense Jack Sock por 7-6(2), 7-5 y 6-2. De esta manera, se reeditará la final de Doha de hace apenas unas semanas, en la que se impuso Rafael Nadal. EFE.