El recinto andaluz, con un aforo récord -más de 27.000 espectadores-, acoge de nuevo una final de la Copa Davis. España logró, siete años atrás, su segundo trofeo, ante los Estados Unidos. Solo Nadal permanece del cuarteto de entonces.
El tenista balear, ganador este año de tres títulos (Roland Garros, Barcelona y Masters 1000 de Montecarlo), y presente en siete finales, pretende cerrar el curso con un nuevo éxito en su historial y sumar su tercera Davis. Rafael Nadal inaugurará la serie contra su amigo Juan Mónaco, con el que comparte momentos de ocio con la consola e incluso etapas de vacaciones.
Es Mónaco la segunda baza argentina. El que ha ganado el pulso al pedigrí de David Nalbandian, un emblema del tenis argentino; marginado de la primera sesión por el tiempo de inactividad que arrastra tras su lesión en los músculos isquiotibiales y por el buen momento de final de curso de la raqueta de Tandil.
Finalista en Valencia, Juan Mónaco está situado en el puesto 26 del ránking. Lejos aún del decimocuarto puesto que llegó a tener en febrero del 2008, su mejor registro.
Nalbandian queda a la expectativa. Seguro en la segunda jornada, en el partido de dobles junto a Eduardo Schwank, la elección del capitán Modesto ‘Tito’ Vázquez en lugar de Juan Ignacio Chela, puede irrumpir en la jornada final, el domingo, para disputar, en caso de serlo, el partido definitivo ante David Ferrer.
ESPERANZA ARGENTINA. Lograr un punto en la primera jornada es la esperanza argentina. Nadal, sin embargo, nunca ha perdido en arcilla contra Mónaco. Han coincidido en tres ocasiones a lo largo de sus carreras.
Aunque sus caminos no se han cruzado desde hace cuatro temporadas, cuando en el Masters Series de Cincinnati del 2007, el español abandonó por lesión el choque de dieciseisavos de final cuando perdía con Mónaco por 7-6 y 4-1. Fue esa la única ocasión en la que han jugado sobre pista dura. Antes, en Stuttgart 2007 y en Bastad 2005, sobre arcilla ambas, Nadal ganó con autoridad.
“Intentaremos ganar, pero puede pasar cualquier cosa. Esto es lo que hace el deporte interesante”, indicó Rafael Nadal tras el sorteo. Por su parte, Mónaco asumió la dificultad del enfrentamiento y la responsabilidad de abrir el duelo contra un “amigo”.
“Contra Nadal va a ser muy difícil. En esta superficie, en su casa. Va a ser un gran desafío. Nadal es mi amigo que mañana será mi oponente. Va a ser muy complicado pero yo represento a mi país”, indicó el tenista argentino.
DEL POTRO VS. FERRER. Argentina se agarra a Juan Martín del Potro para iniciar la ‘venganza’ tras lo sucedido en el 2008, en Mar del Plata, cuando España privó al conjunto albiceleste de lograr, por fin, el éxito, en una competición en la que han tenido tres intentos, siempre fallidos.
Del Potro se enfrentará a David Ferrer en el segundo punto de la eliminatoria. En el cierre del primer día. El también nacido en Tandil llegó a estar más allá del puesto 400 del ránking. Ahora tiene a tiro regresar a ser uno de los diez mejores del mundo.
Ferrer, sin embargo, es la quinta raqueta del circuito. Afronta la conquista de su tercera Ensaladera alentado por un gran final de una temporada que le ha reportado los éxitos en Acapulco y Auckland, otras cuatro finales, entre ellas las de los Masters 1000 de Shangai y Montecarlo, y las semifinales de la Copa de Maestros y el Abierto de Australia.
“Los puntos son claves todos aunque es verdad que el partido contra Del Potro puede marcar la balanza de la eliminatoria”, dijo Ferrer, que ha ganado al argentino en dos de las cuatro veces que se han enfrentado, aunque ninguno de los cuatro duelos fue en tierra.
Ferrer, en el 2008, ganó al sudamericano en el Abierto de Australia, en pista dura, y en Hertogenbosch, en hierba. Después, Del Potro se impuso en Tokio y, hace dos años, en el Masters 1000 de Cincinnati, ambas en cemento.
“Las ganas de ganar las tenemos todos. No dejamos de saber lo importante que es para Argentina esta final. Ha sido un gran año de Copa Davis más allá de lo que pase en esta final”, concluyó Del Potro.
Fuente y foto: EFE.