Andrea Pirlo, técnico de la Juventus, afirmó: “Es un cambio para el mundo del fútbol, ha habido otros en los últimos años: todo ha cambiado, es una novedad, pero no soy el más adecuado para explicarlo, el presidente sabrá mejor lo que están haciendo”, ha subrayado en declaraciones a los medios en relación a Andrea Agnelli, que será el nuevo vicepresidente de la Superliga europea.
Pirlo ha afirmado que Agnelli ha visitado a la plantilla del equipo para explicarle la situación y que la visita les ha transmitido confianza, en lo que está haciendo el presidente del club bianconero.
“No soy yo quien tiene que hablar de esto”, se ha limitado a decir.
“El presidente nos ha dicho que debemos pensar en seguir con nuestro trabajo porque la Champions hay que ganarla sobre el terreno de juego”, ha añadido.
La polémica Superliga Europea de fútbol recién anunciada por doce grandes clubes europeos, con Florentino Pérez a la cabeza, será gestionada por una empresa española que se codeará por tamaño con otras del Ibex 35 y que amenaza la distribución tradicional de los millonarios ingresos televisivos que genera este deporte.
De Italia participan tres clubes: el Juventus, el Inter de Milán, y el AC Milán.
El director ejecutivo de Milán, Ivan Gazidis, ha argumentado este martes en una nota que la Superliga “captará la imaginación de miles de millones de aficionados al fútbol en todo el mundo y representará el comienzo de un nuevo y emocionante capítulo en el fútbol”.
En su opinión, la “Superliga aportará valor y apoyo a toda la pirámide del fútbol con mayores recursos económicos” y permitirá que el campeonato liguero siga siendo “la competición de fin de semana más importante de Italia”.
El proyecto no cuenta, sin embargo, con el respaldo de otros clubes como el Roma, que también en un comunicado ha criticado este “modelo ‘cerrado’” que “contrasta totalmente con el espíritu del juego” del fútbol.
“Ciertas cosas son más importantes que el dinero y seguimos absolutamente comprometidos con el fútbol italiano y las competiciones europeas abiertas a todos”, ha escrito el conjunto giallorosso.
El entrenador del Sassuolo, Roberto De Zerbi, ha admitido por su parte sentirse “enfadado” por lo ocurrido, que ha calificado de “golpe de estado en el fútbol”.
“Es un comportamiento que atenta contra el derecho a que los más débiles puedan abrirse camino, como si el hijo de un obrero no pudiera soñar con ser cirujano o abogado. No me apetece jugar mañana porque el Milan es uno de esos clubes que participa”, ha criticado.
Su equipo se enfrenta mañana al Milan en el estadio de San Siro.