El veterano alero Paul Pierce tardó en encontrar su mejor toque de muñeca, pero cuando lo hizo fue el héroe que guió a los Celtics de Boston a la victoria a domicilio por 80-87 ante los Hawks de Atlanta, en el segundo partido de la eliminatoria de cuartos de final de la Conferencia Este de la NBA.
Pierce, que disputó 44 minutos, aportó un doble-doble de 36 puntos, incluidos 13 en el cuarto periodo, cuando los Celtics completaron la remontada con un parcial de 14-26, y capturó 14 rebotes, que los dejaron como el líder del equipo en ambas facetas del juego.
El veterano alero volvió a ser la primera y única opción del ataque de los Celtics que llegaron al partido con las ausencias importantes de los titulares, el base Rajon Rondo -suspendido con un encuentro- y el escolta Ray Allen, que se encuentra lesionado.
Pierce entendió una vez más su condición de líder y salvador del equipo y respondió al anotar 12 de 26 tiros de campo, acertó 1 de 5 intentos de triples, pero logró 11 de 13 tiros de personal, repartió cuatro asistencias y su fallo fueron las ocho pérdidas de balón que cometió.
Junto a Pierce, otro de los veteranos del “Big Three”, el ala-pívot Kevin Garnett también estuvo presente en los momentos decisivos del cuarto periodo cuando los Celtics completaron la remontada de una desventaja de 11 puntos que tuvieron antes de que concluyese el tercer periodo.
Garnett aportó un doble-doble de 15 puntos y 12 rebotes, todos defensivos, que hicieron posible la victoria de los Celtics y el empatar a 1-1 la serie al mejor de siete.
Pero ahora la ventaja de campo está de su lado y el tercer partido se jugará el viernes en el TD Garden, de Boston.
El veterano ala-pívot, que sigue como número cinco en la formación titular de los Celtics, jugó 40 minutos en los que anotó 5 de 13 tiros de campo y 5-6 desde la línea de personal, repartió cinco asistencias y puso un tapón.
El factor sorpresa lo representó el escolta Avery Bradley, el jugador que se ha ganado con todo merecimiento el puesto que deje vacante Allen cuando salga de los Celtics.
Bradley hizo como si fuese el tercer “Big Three” y aportó 14 puntos en los 42 minutos que jugó después de anotar 4 de 8 tiros de campo y 6 de 8 desde la línea de personal, repartió tres asistencias, recuperó tres balones, puso tres tapones y capturó dos rebotes.
“Sus acciones tanto en ataque como en defensa han sido una de las claves que nos permitió conseguir el triunfo”, declaró Doc Rivers, entrenador de los Celtics. “Sin su apoyo y lucha permanente el equipo no regresaría ahora a Boston con la eliminatoria empatada”.
Eso parecía en la recta final el tercer periodo cuando los Hawks tenían una ventaja parcial de 65-54 y dominaban todas las acciones del juego.
Sin embargo, Pierce comenzó a tener mejor toque de muñeca, Bradley defendía con todo, Garnett imponía su presencia bajo los aros y el espíritu de dinastía volvió a los Celtics que llegaron al final del tercer periodo con sólo cinco puntos abajo en el marcador (66-61).
Los Hawks no tuvieron capacidad de reacción, mostraron una vez más que no cuentan con un jugador franquicia de calidad y líder que los guíe en los momentos decisivos, todo lo contrario de lo que sucedió con Pierce que fue la gran figura, mientras que Garnett imponía su presencia bajo los aros.
Los Celtics concluían el partido con 45 rebotes, 42 de ellos fueron defensivos, por 40 de los Hawks, que en el cuarto periodo anotaron solo 4 de 19 tiros de campo, fallaron los cuatro intentos de triples, y perdieron cinco balones.
El escolta Joe Johnson aportó 22 puntos que no tuvieron ningún valor real en el marcador final ni tampoco esta vez el doble-doble del ala-pívot Josh Smiht, que logró 16 tantos, 12 rebotes, cinco asistencias y puso dos tapones antes de abandonar el partido en el cuarto periodo con una torcedura en la rodilla izquierda.
El base Jeff Teague anotó 18 puntos que lo dejaron como el segundo máximo encestador y uno de los tres jugadores de los Hawks que tuvieron dobles dígitos.
Ahora los Hawks también están pendientes del estado físico de Smith, el único jugador alto de garantía que tiene el equipo, después de las bajas por lesión del pívot dominicano Al Horford y el georgiano Zaza Pachulia. EFE
