Palfrey lleva ya más de un día completo nadando, desde que el viernes se lanzara al mar en torno a las siete de la mañana, hora local, desde la Marina Ernest Hemingway de La Habana con el objetivo de nadar ininterrumpidamente hasta Cayo Hueso, el punto de EEUU más cercano a la isla caribeña.
Gracias a un dispositivo GPS que porta en su traje de baño, por internet se puede observar su posición actualizada cada diez minutos y se observa que la deportista de 49 años ya ha realizado la mitad del recorrido.
Inicialmente esperaba completar la travesía en unas 40 o 50 horas, aunque al ritmo actual será algo más. Su objetivo es hacerlo sin la protección de jaula alguna ni traje especial que la resguarde de posibles ataques de tiburones y medusas. Sólo está acompañada por un yate con equipo de ultrasonido capaz de ahuyentar a los escualos.
“Penny ha completado unos 80 kilómetros, lo que equivale aproximadamente a 49,71 millas”, aseguró en torno a las 9.00 hora local (13.00 GMT) de hoy (26 horas después de partir), un miembro de su equipo a través de la cuenta de Twitter de la nadadora.
Según detalló, la mujer se sentía fuerte mentalmente para continuar y la noche la pasó relativamente bien, aunque “las medusas la estuvieron picando constantemente”. Su grupo de apoyo incluye a médicos, canoístas, entrenadores, meteorólogos y observadores oficiales.
Antes de salir de La Habana, Palfrey explicó a Efe que con este intento busca “fortalecer la amistad” entre los pueblos de Cuba y EEUU, y celebrar el 20 aniversario de la creación del Club Náutico Internacional Ernest Hemingway de Cuba.
La deportista, con tres hijos y dos nietos, ostenta el récord de 108 kilómetros de natación en solitario, establecido el pasado año en Islas Caimán, así como otras travesías entre el Canal de la Mancha y el Estrecho de Gibraltar, en Hawai, Japón y Nueva Zelanda.
Otros intentos anteriores de cubrir esa distancia terminaron sin éxito. El más reciente lo emprendió la nadadora estadounidense Diana Nyad, de 62 años, en dos ocasiones el año pasado.