La tenista china Peng Shuai declaró que “nunca ha acusado a nadie de abusos sexuales” y que su publicación en la red social Weibo del 2 de noviembre era un “asunto privado” sobre el que la gente tiene “malentendidos”, según un vídeo publicado anoche por el medio de Singapur Lianhe Zaobao.
La tenista se hallaba en Shanghái participando en un evento junto con otras estrellas del deporte chino como el ex jugador de baloncesto Yao Ming.
En su comunicado de noviembre en Weibo, red similar a Twitter, Peng desveló que mantuvo durante años un intermitente idilio amoroso con el ex viceprimer ministro chino Zhang Gaoli, a quien acusó de haber abusado sexualmente de ella en una ocasión.
El debate sobre la relación de Peng y Zhang fue rápidamente censurado en las redes sociales chinas y la publicación original (que decía “aquella tarde no consentí y lloré todo el rato”) se volatilizó.
En el vídeo, Peng se muestra extrañada cuando la reportera le pregunta si ha estado en su casa de Pekín “libremente” y sin vigilancia y afirma: "¿Por qué habría de haber alguien vigilándome? He estado en casa en libertad”.
La deportista también confirmó la autoría de una carta suya dirigida al presidente de la Asociación la Asociación de Tenis Femenina (WTA por sus siglas en inglés), Steve Simon, y que fue recogida por la televisión estatal CGTN a mediados de noviembre: “Escribí la versión en chino y, como mi nivel de inglés no es demasiado bueno, CGTN publicó una versión traducida con el mismo significado que la original”, explicó.
En aquella carta, Peng aseguraba “estar bien y descansando” y negaba estar desaparecida y las acusaciones de abusos sexuales, lo cual incrementó la preocupación hacia la jugadora china, de la que se distribuyeron imágenes y vídeos, una vez más a través de medios y periodistas cercanos al Gobierno, en días posteriores.
Además, Peng mantuvo una videollamada con Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), en la que informó de que estaba bien y que se encontraba en Pekín, insistiendo una vez más en que se respetase su privacidad.
Sin embargo, la WTA decidió el pasado 1 de diciembre suspender los torneos que celebra en China por la censura y las incertidumbres que han rodeado al caso.