“Como institución, consideramos que sancionar a Peñarol, y a todos a quienes defendemos estos colores, ha sido una profunda injusticia”, dijo Damiani en una rueda de prensa en la que compareció acompañado de la directiva del club, el cuerpo técnico y los jugadores.
El pasado domingo el clásico entre Peñarol y Nacional se suspendió debido a los incidentes perpetrados por fanáticos aurinegros.
El mandatario indicó que esos fanáticos son “un grupo de delincuentes que no son hinchas de Peñarol ni de nadie”.
“Son personas a las que no le importa Peñarol ni a lo que Peñarol le pueda suceder. Son meramente delincuentes”, afirmó Damiani.
“Por este pequeño núcleo se castiga a todos, a los socios, a los buenos hinchas de Peñarol. ¿Alguien puede pensar que a un hincha de Peñarol algo así le podría resultar indiferente?”, agregó.
Es por ello que Damiani consideró que sancionar a la entidad es “una profunda injusticia” porque el Peñarol es un club de fútbol que “nada” podía hacer para “combatir a esa organización delictiva”.
“Se ha sancionado a Peñarol por algo ajeno a la institución, que no promovió, ni alentó, ni estimuló. ¿Se pretende que Peñarol lo evite, algo que ni el Estado pudo evitar?”, indicó Damiani.
Finalmente, el presidente del Peñarol solicitó que se celebre una Asamblea Extraordinaria de clubes “con carácter grave y urgente para solicitar garantías”.
La Comisión Disciplinaria de la AUF decidió en la noche del lunes de forma unánime que el clásico no se juegue y darle los puntos de partido al Nacional, siendo la primera vez en la historia del fútbol uruguayo que el resultado del choque de mayor rivalidad del país se decide en los despachos, según apuntó la prensa local.
También se dictaminó que el Peñarol juegue el partido de la próxima jornada ante el River Plate a puerta cerrada.
El club carbonero tiene de plazo hasta el viernes para hacer sus reclamaciones por las decisiones de la Comisión Disciplinaria. EFE