Por Lorenzo Villalba - Enviado especial del diario Última Hora.
La Albirroja inicia una nueva etapa. Tras el rotundo fracaso de Francisco Arce (una lástima por él y por los técnicos paraguayos) arranca la era de Gerardo Pelusso, el técnico que tiene la gran responsabilidad de levantar a esta Selección sumida en el fondo de la tabla de las Eliminatorias (octava con 4 puntos) y que necesita de un nuevo impulso. Y qué mejor oportunidad que esta, ante Argentina, una de las mejores selecciones de la actualidad, para comenzar a levantar vuelo y volver a meterse entre los cuatro primeros que se inscribirán para Brasil 2014 o al menos ingresar al repechaje.
Claro, para ello Paraguay necesita volver a ser el equipo seguro en defensa, un mediocampo guerrero y una ofensiva punzante que clasificó en la Eliminatoria para Sudáfrica de la mano del Tata Martino.
Si bien Pelusso no confirmó el equipo que saltará al campo del Mario Alberto Kempes, como ha sido su costumbre en Olimpia, cualquiera de las fórmulas que presente transmite seguridad, priorizando la recuperación de la pelota, la marca, pero contando con gente que se desdobla en ofensiva.
La formación tiene un par de dudas para la prensa, aunque trata de ser sólida, con gente que pasa por buen momento y que se conoce en su mayoría.
DISYUNTIVAS. Las dudas periodísticas son Piris o Verón; con el jugador de Roma se tiene quizás más velocidad y mejor salida; con el de Pumas hay más fuerza y juego aéreo; Víctor Ayala o Fidencio Oviedo: El de Lanús goza de un plus valioso, su endiablada pegada, que con el piso mojado puede significar mayores problemas para el golero. Oviedo, con poca experiencia en Selección, impone marca y lucha. Pasa por su mejor momento futbolístico en Cerro. Y por último, Haedo o Roque: el primero está en ritmo, el flamante jugador de Málaga no. No olvidemos que el martes próximo ya se juega ante Venezuela.
Si juegan Oviedo y Verón podría decirse que estaría cerca de ser un equipo anti-Messi, pensando en neutralizar al fantástico jugador argentino. De hecho, el fútbol albiceleste gira en torno a este excepcional futbolista y la misión guaraní será neutralizarlo. Una misión difícil, pero no imposible.