El Tricolor del Nordeste llevó el peso de todo el partido, generó las mejores oportunidades y hasta celebró dos goles que el Asistente Arbitral por Vídeo (VAR) anuló, primero por juego peligroso y después por fuera de lugar.
El portero del Paranaense, Santos, también se encargó de frustrar las aspiraciones del modesto Bahía con alguna paradas decisivas.
Los dirigidos por Tiago Nunes renunciaron por completo al ataque y esperaron al contraataque. Apenas se acercaron al área rival y solo en un saque en largo de Santos, peinado por Nikao y finalizado por Pablo, encontraron un inmerecido gol en el minuto 66.
La vuelta se jugará dentro de siete días en el Arena da Baixada de Curitiba y el ganador se medirá al vencedor de la llave en la que se miden el Nacional uruguayo y el Fluminense brasileño.
Los dos equipos pusieron las cartas sobre la mesa desde el primer minuto. El Bahía apostó por el control de juego y lanzar sus ataques con Clayton y Zé Rafael muy abiertos en las bandas.
El Paranaense, bien compactado y con las líneas juntas, esperó atrás para jugar a la contra. La presencia de los veloces Nikao y Marcelo Mirino daba pie a esa estrategia.
Pero los locales se fueron acercando cada vez con mayor frecuencia a la portería de Santos y la insistencia tuvo sus frutos, al menos durante unos minutos.
Edigar Junio disparó una vez, pero despejó el arquero y Zé Rafael tampoco acertó en el rechace hasta que Clayton se elevó más que todos y enganchó en el aire la pelota para anotar el primero.
El Arena Fonte Nova explotaba de júbilo, mientras al árbitro le avisaban desde la sala del VAR para revisar la jugada.
En medio de la indecisión y tras algunos minutos, el argentino Fernando Rapallini anuló el tanto por juego peligroso. Entendió que Clayton elevó la pierna demasiado en su espectacular remate.
No obstante, el Bahía no desistió en su empeño y continuó llevando el peso del juego.
El Paranaense se veía desconocido. Ninguna finalización en los primeros treinta minutos para un equipo con el mejor ataque del torneo (14 goles) y con tan solo cuatro tantos encajados.
Para colmo, el central Paulo André salvó a los suyos cortando dentro del área un pase que esperaba Clayton con el cuchillo entre los dientes para finalizar y cobrarse su venganza particular con el VAR.
La primera de los visitantes no llegó hasta el filo del descanso en un disparo fuerte y seco de Lucho González que obligó a Douglas a estirarse para evitar el gol.
El inicio de la segunda parte fue un calco de la primera en todo. El Bahía se fue en busca del deseado gol que le acercase a unas inéditas semifinales en la Sudamericana. El Paranaense, a la espera y con Raphael Veiga desaparecido.
El Tricolor del Nordeste acertó por segunda vez y de nuevo el VAR entró en acción para anular el tanto a Ramires, esta vez por un fuera de juego en el límite. La afición no se lo podía creer.
Y cuando no era el VAR, era Santos, bien colocado para detener en la línea de gol un cabezazo en el segundo palo del centrocampista Elton y minutos más tarde otro de Lucas Fonseca.
El arquero aún sería fundamental en el ataque al sacar en largo para Nikao, que peinó para la carrera de Pablo, quien entró en el área decidido y chutó con todo hasta el fondo de la red.
Gol milagroso para el cuadro sureño, que terminó de deprimir al Bahía, obligado a remontar en el inexpugnable feudo de Curitiba.
-Ficha técnica:
0. Bahía: Douglas Friedrich; Nino Paraíba, Jackson, Lucas Fonseca, Paulinho; Gregore, Elton (min. 74, Vinicius), Ramires, Zé Rafael; Clayton (min. 61, Marco Antonio) y Edigar Junio (min. 67, Júnior Brumado).
Entrenador: Enderson Moreira.
1. Atlético Paranaense: Santos; Jonathan, Paulo André, Léo Pereira, Renan Lodi; Renan Lodi, Wellington, Lucho González (min. 73, Bruno Guimaraes), Nikao, Raphael Veiga (min. 78, Rony); Marcelo Cirino (min. 88, Thiago Heleno) y Pablo.
Entrenador: Tiago Nunes.
Gol: 0-1, min. 66: Pablo.
Árbitro: el argentino Fernando Rapallini. Amonestó a Lucho González, Cirino, Léo Pereira, Pablo y Brumado.
Incidencias: partido de ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana jugado en el estadio Arena Fonte Nova de la ciudad de Salvador.