“Ir paso a paso, pero siempre hacia adelante. Es una categoría muy complicada pero no tengo mucha presión, la presión llegará cuando vayamos mejorando. Lo que queremos es estar adelante y ya veremos dónde nos encontramos. Es una moto muy diferente y necesitaré mi tiempo”, ha manifestado a los periodistas.
Asimismo, el piloto alicantino ha dejado claro que ha cambiado de categoría pues ya había “cumplido” su objetivo en 125 centímetros cúbicos (proclamarse campeón del Mundo) y dado que necesitaba “más potencia”.
“La primera vez que me subí a la moto me sentí como de otro mundo, pues es mucho más pesada, más potente, mucho más grande y derrapa más. Al principio fue extraño, pero ahora las sensaciones son muy buenas, aunque voy con los pies en el suelo”, ha indicado Terol en la Puente Duero (Valladolid) antes de recibir el Pingüino de Oro.
Un galardón que otorga la organización -club Turismoto- de la concentración motera invernal Pingüinos, la cual ha echado hoy el cierre a su trigésimo primera edición con 26.715 inscritos, y que para Nico Terol supone “un orgullo”.