“Nunca quieres perder en la primera ronda, así que también hay esos nervios”, dijo Naomi Osaka, quien reconoció que experimenta “una presión extra” cuando juega con otra tenista de su país.
“Definitivamente es diferente. En mi caso, sé que no juego con compañeras japonesas a menudo. Cuando lo hago, siento que siempre es contra Misaki. También creo que se espera que gane solo porque estoy más arriba en el ránking, por lo que hay un montón de cosas que vienen a mi mente”, comentó tras el partido.
“Cada vez que juego con ella o practico con ella, pienso que debería estar mejor clasificada por el ritmo de su bola y por lo que es capaz de hacer. Creo que tiene una derecha muy buena”, añadió.
Osaka juega su primer torneo sobre tierra batida en dos años, desde Roland Garros de 2019.
“Intento mantener mi manera natural de jugar”, dijo. “Por supuesto tienes que adaptarte, pero sin cambiar demasiado. Los malos botes son realmente molestos”, añadió.
“Siento que empecé a jugar mejor en el segundo set, espero que a medida que vaya pasando más horas en la pista, siga mejorando”, afirmó.