“Lo de Montecarlo, a día de hoy, es pasado y no hay que darle más vueltas. Las derrotas, aunque no sean agradables ni positivas, ponen a cada uno en su lugar, y mi lugar es el que me dio el torneo de Montercarlo”, manifestó en la rueda de prensa previa a su debut en el torneo.
Frente a Rublev, que también estará compitiendo esta semana en las pistas del RCT Barcelona-1899, Nadal explicó que jugó “un partido extraño, más allá de la derrota, que puede ocurrir ante un gran jugador como él”.
“Durante el partido, hice algunas cosas que estuvieron mal y eso fue un poco sorprendente, porque me había sentido bien en los entrenamientos”, reflexionó.
Ahora, el balear acude al Godó dispuesto a pasar página para lograr su duodécimo título en el a capital catalana. “Ya estamos en Barcelona, me siento bien, contento por poder volver a jugar aquí después de no poder hacerlo el año pasado (el torneo se suspendió a causa de la pandemia), y espero estar listo para competir al nivel que necesito”, afirmó.
Y es que Nadal recordó que en el último año ha competido “muy poco”, que “la vuelta a la competición siempre es complicada” y que lo único que puede hacer es seguir con su proceso, en un mes “importante” para él para llegar lo mejor posible a Ronald Garros.
En su estreno en el Godó, Nadal se medirá mañana al bielorruso Ilya Ivashka, número 111 en las clasificación de la ATP. “Es un rival procedente de la fase previa, así que ya ha jugado unos cuantos partidos aquí, y viene de jugar bien en Marbella también (llegó a los cuartos de final)”, analizó.