“Como a cualquier persona, me duele recibir ataques injustificados y difamatorios que lo único que pretenden es manchar mi nombre”, señala Nadal.
“Podría extenderme con más situaciones que me he callado durante mucho tiempo, pero no me gusta entrar en determinadas polémicas. Solo quería expresar mi sentimiento de dolor y decepción”, añade.
El tenista balear ha recibido críticas por su academia y también por un supuesto trato de favor recibido en el amarre de su embarcación en el Club Náutico de Porto Cristo, que niega.
“Aunque a nivel personal, lo que más me ha dolido ha sido que el alcalde de Manacor (Miquel Oliver, de Mès-Esquerra) me haya acusado de ‘vivir al margen del municipio’ añadiendo que la mancomunidad se practica, no se verbaliza”, señala.
“Quizá haya personas a las que no les gusta la manera con la que he llevado el nombre de Manacor por todo el mundo, pero creo que no cabe ninguna duda de que me he esforzado por hacerlo de la mejor manera posible”, añade. “Siempre he estado para lo que Manacor necesitase de mí".
Recuerda que apoyó el proyecto del auditorio hace 7 años “de manera desinteresada y de corazón”, como ha ayudado a la comarca recientemente por las inundaciones de octubre de 2018. “Con situaciones catastróficas y cuyo recuerdo sigue produciendo dolor tanto a la zona afectada como a personas muy cercanas a mí", explica.
“Manacor y Porto Cristo lo son todo para mí: aquí vivo, entreno, tengo a mi familia, a mis amigos y es donde hago mi día a día”, afirma.
En la carta abierta a los medios de Manacor, Nadal asegura que la Academia podría haberse llevado a cabo en varios lugares del mundo: “en los que nos ofrecieron importantes beneficios y muchas facilidades”. “Pero siempre tuve claro que, aunque me supusiera un elevado coste económico, quería hacerla en mi casa, en Manacor”, precisa.
Sobre la acusación de ser un privilegiado y haber tenido trato de favor, responde: “Sí, me siento un privilegiado, ya que la mayoría parlamentaria consideró de manera democrática que este proyecto estratégico para Mallorca tendría mucha más fuerza si se realizaba mientras yo estaba en activo, ya que se multiplicaría la repercusión. Y siempre he estado agradecido por ello”.
Señala que en la Academia ha invertido “una parte muy importante” de su patrimonio. “Estoy muy feliz de que en ella puedan trabajar más de 300 personas, luchando todo el año por hacerla sostenible, algo complicado tratándose de una ciudad pequeña y con más dificultades de conectividad que nuestros grandes competidores internacionales”.
Detalla que en la academia se ha dado prioridad a adquirir productos y materiales de empresas locales y además beca a jóvenes promesas de Mallorca y ayuda a entidades deportivas y no deportivas locales.
Sobre la ley que aprobó el Parlament balear en 2012 y que se modificó parcialmente en 2018 y las obligaciones que estipulaba (en concepto de aprovechamiento urbanístico, zona verde, un aparcamiento y costear una rotonda con el ayuntamiento) asegura: “Estoy y estaré encantado de cumplir con todas estas obligaciones, porque es mi deber como ciudadano”.
“Se nos acusó el 12 de noviembre de no pagar el IBI o las tasas de basuras en la Academia, algo completamente falso, ya que los pagos correspondientes al IBI se llevaron a cabo en octubre nada más recibir el documento para hacerlo y el primer pago en concepto de la tasa de basuras en noviembre de 2017", afirma y detalla lo abonado.