Muriel, fichado el pasado enero procedente del Sevilla, anotó su sexto gol en nueve partidos y volvió a rescatar al Fiorentina, después de impulsar el domingo la remontada liguera contra el Inter de Milán (3-3) con una tremenda falta directa.
Tiró de orgullo el cuadro toscano y logró recuperar un 0-2 y un 2-3 adverso, ante un Atalanta que volverá a Bérgamo con el disgusto por la remontada sufrida, pero con tres importantes goles anotados fuera de casa.
El duelo empezó de la mejor manera para el Atalanta, que se hizo con una doble ventaja en el espacio de 120 segundos, entre el 16 y el 18, gracias al argentino Alejandro “Papu” Gómez y al croata Mario Pasalic, ambos con asistencia del esloveno Josip Ilicic, ex del Fiorentina.
El conjunto de Bérgamo ya veía la final acercarse, pero todo cambió en el 33, cuando un mal control del argentino José Palomino en el centro del campo, con todo su equipo en proyección ofensiva, fue aprovechado por Chiesa para recuperar el balón, recorrer cincuenta metros al contragolpe y superar al meta albanés Etrit Berisha.
Fue un golpe psicológico para el Atalanta, que apenas tres minutos después concedió el gol del 2-2 con el que los dos equipos se fueron al descanso. Muriel ofreció la asistencia para que Marco Benassi marcara con una volea el empate del Fiorentina.
La inercia estaba toda a favor del cuadro toscano, pero el duelo volvió a complicarse en el 58, cuando el holandés Marten De Roon fulminó al portero con un tremendo disparo desde fuera del área que entró por la escuadra (2-3).
De nuevo contra las cuerdas, tal y como ocurrió el domingo, cuando remontó un 1-3 adverso contra el Milan, fue Muriel quien apareció para rescatar al Fiorentina.
El colombiano recibió un centro de Chiesa y empujó el balón entre las mallas a falta de once minutos para el final para anotar el 3-3 definitivo con el que los toscanos irán a Bérgamo para jugarse el pase a la final.
En la otra semifinal, cuya ida se jugó el martes, el Lazio y el Milan empataron 0-0 en el Estadio Olímpico romano, por lo que todo se decidirá el próximo abril en el estadio San Siro de Milán.