El portugués José Mourinho, entrenador de Roma, volvió a mostrar este lunes el afecto que siente por su equipo, al que considera su “segunda vida”, tras los rumores de una posible marcha a Arabia Saudí que zanjó con contundencia afirmando que, pese a que las ofertas existieron, “nunca” había pensado en irse.
“Los Friedkin (dueños del club) me transmitieron en su día su entusiasmo, me gustó la perspectiva de un proyecto diferente, un contrato de tres años y un crecimiento progresivo, algo que nunca antes había considerado. Es mi segunda vida, nunca he pensado en irme”, explicó en una entrevista con el ‘Corriere dello Sport’.
Tras la derrota en la final de la Liga Europa ante el Sevilla en Budapest, la segunda final europea seguida de la ‘Loba’, los rumores de una posible marcha de Mourinho sobrevolaron Roma.
El técnico setubalense, aunque con varios días de suspense, disipó cualquier tipo de duda en el último partido de la temporada haciendo un gesto inequívoco de continuidad a la grada, algo que ha vuelto a repetir pero en forma de declaraciones.
“En verano recibí dos ofertas de Arabia Saudí, de Al-Hilal y Al-Ahli. Lo pensé y antes de ir a la reunión con ambas entidades informé al Roma, dejando claro que no tenía intención de aceptar. En mi casa dije exactamente lo mismo. Por un lado, me sentí preso de mi promesa a los jugadores en Budapest y a los aficionados en el último partido. Pero no me he quedado por eso solo”, desveló.
“Fiché por el Roma porque cuando conocí a los Friedkin me gustó mucho su forma de hablar. Sus palabras me tocaron profundamente, necesitaba algo así: ‘Creemos que eres la persona adecuada para ayudarnos a hacer de la Roma un club más grande’, me dijeron”, añadió.
Además, comparó el caso de Arabia con el que ya vivió hace unos años con una oferta de China: “En el pasado rechacé la oferta más increíble que jamás haya recibido un entrenador cuando China me ofreció el banquillo de la selección nacional y un club donde jugarían todos los internacionales. Una propuesta económica indecente, fuera de este mundo y de todo lugar”.
El técnico habló también de la final perdida ante el Sevilla, “una de las experiencias más bonitas” de su carrera “desde el punto de vista humano”.
“Vi de todo: una procesión del romanismo, gente que seguro no comió bien durante unas semanas para poder estar presente, un grupo sólido de jugadores, la gente que trabaja cerca de nosotros en Trigoria (ciudad deportiva) con una pasión increíble, personas persiguiendo un sueño absolutamente fantástico y experimentando la tristeza de la derrota”, apuntó.
“Respetamos la alegría de los sevillistas, saludamos a nuestros compañeros españoles, nos comportamos en el campo con una corrección y una humildad excepcionales”, señaló.
Pese a sentirse bien en el Roma y en la capital, volvió a cargar contra la directiva por no apoyarle después de ser sancionado por enfrentarse al árbitro al término del encuentro y aseguró que en Italia tiene “miedo” de más sanciones y que ya no se siente “cómodo”.
“Lo más triste fue no estar apoyado por el club en una situación así. Cumpliré los 4 partidos de sanción. Serán cuatro partidos en los que me sentiré hincha de la Roma”, confesó.
“En Italia me sentí agredido, violaron mi libertad como hombre y mi libertad como hombre de fútbol. Aquí no me siento cómodo. Tengo miedo de recibir más sanciones, tengo miedo de tener que volver a escuchar todo lo que he oído o leído en estos dos años”, sentenció. EFE