El astro argentino repasó ante los 1300 espectadores que llenaron el San Carlo su carrera futbolística y su etapa en el Nápoles, club con el que ganó dos títulos ligueros, una Copa UEFA, una Copa nacional y una Supercopa de Italia convirtiéndose en un ídolo eterno de la afición.
El evento, ideado por el actor Alessandro Siani y llamado “Tres veces diez”, se abrió con la Sinfonía número 9 del compositor alemán Ludwig Van Beethoven y Maradona fue introducido por unos vídeo mensajes de dos símbolos del fútbol italiano, Francesco Totti y Alessandro Del Piero.
El argentino recibió una larga ovación de los espectadores presentes cuando subió al escenario del San Carlo, entre los cuales estaban también los futbolistas españoles del Nápoles Pepe Reina y José Callejón, según informaron los medios locales.
A lo largo del evento, Maradona comentó algunos de los momentos más representativos del Scudetto de 1987, como la célebre falta directa que marcó desde dentro del área de penalti contra el Juventus Turín.
El argentino se conmocionó cuando fue proyectado en una pantalla su gol contra Inglaterra en los cuartos de final del Mundial de 1986, cuando marcó empezando su acción antes de la línea del centro del campo y tras regatear a toda la defensa inglesa.
Para comentar ese gol, Maradona contó una anécdota sobre su padre: “La primera vez que me dijo que había jugado bien fue después de ese Argentina-Inglaterra”, dijo sonriendo.
El espectáculo alternó momentos relacionados con el fútbol a cuestiones sociales: el exjugador argentino envió su apoyo para los niños que viven en los barrios pobres de Nápoles y les pidió huir de la violencia y seguir los valores de la amistad.
El evento, que generó polémicas en los últimos días entre quienes estaban a favor y quienes no lo consideraban apropiado para un teatro como el San Carlo, se cerró con una célebre canción napolitana, que fue cantada por todos los espectadores presentes.
Antes de despedirse, Maradona llamó en el escenario a su hijo, Diego, y le dijo que nunca le va a abandonar.
El “Pibe de Oro”, que durante muchos años no reconoció a su hijo, nacido de una relación con una mujer napolitana en 1986, aprovechó la noche de hoy para pedirle disculpas públicamente.
“Quiero a mi hijo a mi lado. Te pido disculpas después de 30 años. Nunca te dejaré", afirmó. EFE