Ese día, en la ida de los cuartos de final de la Liga Europa, en el Parque Olímpico de Lyon, el terreno de juego fue invadido y posteriormente desalojado por las fuerzas del orden después de una pelea entre aficionados del equipo local y del Besiktas, que obligó a retrasar el inicio del encuentro 45 minutos.
Poco antes del partido, en los alrededores del estadio, se registraron peleas entre aficionados turcos y franceses, y entre hinchas del Besiktas y las fuerzas del orden. La UEFA abrió al día siguiente un procedimiento disciplinario contra ambos clubes.
Según informó entonces la UEFA, al club francés se le acusó de permitir bengalas en el estadio y de autorizar la presencia de aficionados en las escaleras de las gradas, lo que bloqueó las salidas. Asimismo, imputó al Lyon de una “organización insuficiente”, especialmente evidente en la separación de ambas hinchadas.
La UEFA le achacó deficiencias en la seguridad por la invasión de campo de los aficionados después del segundo gol del Lyon. El máximo organismo futbolístico europeo llamó la atención al Besiktas por los disturbios provocados por sus seguidores en el partido y le abrió un expediente porque su afición introdujo bengalas al estadio, además de lanzar objetos al terreno de juego.
El Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA (CEDB) considera que, “en base a los informes oficiales y las pruebas disponibles actualmente a disposición de los órganos disciplinarios de la UEFA”, los aficionados de ambos clubes son responsables de los incidentes.
Por ello, decidió hoy excluir al Olympique de Lyon y al Besiktas de participar en la próxima competición para la que se clasifiquen, condicionada a un periodo de prueba de dos años. Además, ambos clubes han sido multados con 100.000 euros.
Ambos equipos deben enfrentarse este mismo jueves, en la vuelta de los cuartos de final de la Liga Europa, en partido que se jugará en el Besiktas Arena de Estambul, a las 21.05 CET (19.05 GMT). EFE