Enrique Meza tuvo tanta mala suerte que metió el balón en su propio arco. Era el segundo tanto luqueño, el de la victoria. Fotos: Rubén Alfonso/Última Hora.
Triunfazo ante Olimpia. Sportivo Luqueño venció en su cancha, en el estadio Feliciano Cáceres, por 2 a 1, en la tarde de este domingo, por la última fecha de la primera rueda del torneo Clausura. Con goles de Rodrigo López y Enrique Meza (en contra), el Auriazul dio vuelta un inicio desfavorable producto del tempranero gol franjeado, de Ale Silva, al minuto de juego.
Y qué importante es esta victoria para Luqueño. Primero por lo que representa fortalecer su promedio y tratar de alejarse de la zona roja del descenso, pero también por lo que representa Olimpia, por lo que representa ganar lo que en palabras del propio entrenador decano Éver Hugo Almeida, es ya casi un clásico. Y para el hincha auriazul sí que lo es.
Luqueño trabajó el juego, no se desesperó nunca pese a haber iniciado con un gol tempranero en contra, y lo dio vuelta con ganas, fútbol, y mucha garra. Además, claro está, de la experiencia de Rodrigo López, muy influyente en el equipo de Alicio Solalinde.
La “Platea Auriazul” recibió al equipo con una gigantesca bandera en homenaje al ‘Pa’i’ García.
Con la victoria, el Sportivo Luqueño llega a 14 unidades en el Clausura y deja a Olimpia con 11, muy lejos de los primeros lugares. Pero no solo eso, sino que devuelve al Decano a su triste realidad de los últimos compromisos, luego de una victoria que terminó siendo mentirosa ante el peor equipo del torneo, Cerro de Franco, que también pasa por una crisis, es último en el torneo y este domingo llegó a su séptima derrota consecutiva.
EL JUEGO. Olimpia, que este domingo empezó bien y ganando, luego no soportó tanta presión y terminó cediendo la victoria a los locales. El Decano arrancó de la mejor manera su visita al difícil Feliciano Cáceres, con un gol de vestuario gracias a una gran jugada que arrancó por la izquierda. Nelson Benítez sacó un centro que le quedó a Prono y, este, dentro del área y sin ángulo de disparo, cedió con un gran gesto a Ale Silva que se llegaba de atrás y el uruguayo le rompió el arco a Éver Caballero para poner el 1-0 cuando apenas había pasado un minuto de arrancado el juego. Golazo que parecía sería una hermosa tarde para el Rey de Copas.
Ale Silva abrió el marcador en Luque rápidamente. Olimpia no pudo aguantar la ventaja.
Con el gol, el equipo de Éver Hugo Almeida se ordenó bien y esperó para salir de contra, intentando golpear con velocidad. Luqueño tenía el balón, lo controlaba, lo trasladaba mucho, pero no generaba el toque final, no lastimaba en línea de fondo, por lo que los minutos corrían sin mucha desesperación para Martín Silva.
En su estrategia, en la manera de jugar, de contragolpe Olimpia tuvo dos claritas como para ampliar el marcador, pero no se le dio. En la primera, una jugada muy similar a la del gol, con un pase de Nelson Benítez por izquierda para Ale Silva, su remate pasó muy cerca. En la otra, un cabezazo de Enzo Prono esforzó a Éver Caballero que la mandó al córner.
En el Auriazul, la zona derecha fue la mejor utilizada, con buenas proyecciones de Mario Saldívar, que cuando pasó al ataque, siempre generó peligro. Incluso tuvo un potente remate que si tenía mayor puntería podía ser el empate.
LLEGÓ EL EMPATE, LLEGÓ RORRO. La defensa franjeada defendió bien y controló a Rodrigo López, quien tuvo que bajar mucho para ayudar a los volantes. La zaga franjeada también achicó bien cuando fue necesario y dejó en varias ocasiones en posición adelantada a los luqueños. Parecía que estaba controlado el 1-0 y que así iría el Decano a vestuarios, pero llegó un pase milimétrico de Diego Viera, a las espaldas de la defensa, que quedó para Rodrigo López y este definió con mucha técnica y calidad, cruzando la pelota sutilmente ante la salida de Silva. 1-1 y a festejar. Explotaba el Feliciano a los 37'.
Rodrigo López festeja su gol, el empate transitorio en Luque. Explota la gradería, de fondo.
Tras el gol, mucho nerviosismo en ambos equipos se apoderó del espectáculo y terminó el fútbol, así como cuatro jugadores fueron amonestados: Orteman y Salinas en Olimpia y Saldívar y Rorro en Luqueño.
EXPULSIÓN CLAVE. Esa tarjeta que vio Richard Salinas le valió la expulsión al inició del segundo tiempo, por otra falta. Olimpia se quedaba con diez para aguantar durante toda la complementaria. Aún así, Prono consiguió un tiro libre que Salgueiro pudo transformar en gol, pero este le pegó muy mal.
Los primeros 15 minutos del segundo tiempo no mostraron absolutamente nada de fútbol, ya que el juego fue muy friccionado, se interrumpió mucho por las constantes faltas y el nivel del espectáculo bajó. Recién a los 18' se dio una jugada con peligro, cuando el Auriazul tuvo un tiro de esquina que Enrique Meza sacó de cabeza, anticipándose al cabezazo luqueño.
GOL EN CONTRA, EXPLOSIÓN AURIAZUL. Y Luqueño lo dio vuelta. Lo dio vuelta por insistencia. Aguada, con una excelente jugada personal por el sector izquierdo, sacó el centro al medio, que Enrique Meza, con mucha mala suerte, la metió en contra de su propio arco cuando Silva ya estaba caído. Gol de Luqueño, explosión auriazul. Descontrol y festejo de la hinchada. Así se abrió el segundo tiempo, luego de tanta fricción, de tanto juego cortado por las faltas y un Olimpia demasiado defensivo.
Tras el gol, se abrió para el equipo de Alicio Solalinde, y Rodrigo López tuvo el tercero con un mano a mano con su compatriota Silva, pero su remate pasó rozando el palo izquierdo franjeado. Seis minutos más tarde, Aguada mandó afuera un disparo dentro del área de manera increíble.
A Olimpia, con uno menos, le costaba, pero siguió insistiendo y Juan Manuel Salgueiro tuvo un potente remate que se desvió por el camino con suerte para los luqueños. Otro disparo del uruguayo tapó Caballero pero dio rebote, y el Tanque Ferreyra la volvió a meter, pero Enzo Prono, en vez de disparar, dio un erróneo pase para atrás que terminó por rechazarse.
Ya sobre el final, la victoria se selló con una gran tapada de Éver Caballero tras el cabezazo de Ronald Huth, y mandó al córner el balón. Del centro, la descolgó excelentemente y se dio el pitazo final que despertó el descontrol en las gradas del Feliciano Cáceres.
Olimpia volvió a su crisis. Los jugadores asimilan otra derrota en el torneo.
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