Si Sporting de Portugal y Braga ya habían iniciado los entrenamientos la pasada semana, el Benfica y el Porto, al igual que otros muchos equipos lusos, regresaron este lunes al césped con estrictas medidas de seguridad.
Antes de cualquier contacto con el balón, los jugadores de los diferentes clubes han sido sometidos a los test serológicos, con el fin de identificar a aquellos futbolistas que pudieran haber pasado el coronavirus o que fueran positivos en la actualidad.
Según informó a EFE el Benfica, su plantilla regresó la mañana de este lunes a las instalaciones de entrenamiento de Seixal y los jugadores están divididos en diferentes grupos.
Bruno Lage, técnico de los encarnados, dijo este lunes que el plan de trabajo está perfectamente definido, ya que “el regreso a la competición nunca dejó de ser” su “horizonte”.
Lage recordó que el Benfica tiene como objetivo ganar su trigésima octava Liga y la final de la Copa de Portugal que disputará contra el Oporto.
Por su parte, los dragones de Conceiçao volvieron este lunes a pisar la hierba del Olival, a las afueras de Oporto, donde, tras una serie de exámenes de diagnóstico, fueron divididos en tres grupos.
Tras las primeras 24 jornadas -hasta el 8 de marzo- la Liga portuguesa la lideraba el Oporto con 60 puntos, uno más que el Benfica, mientras que el tercero, el Braga, estaba ya muy descolgado, a 14 del líder.
El Tondela, club que preside el exfutbolista español David Belenguer y cuyo primer equipo que dirige su compatriota Natxo González, también comenzó este lunes a engrasar la maquinaria, por lo que todos sus futbolistas fueron sometidos a los test serológicos y este martes comenzarán los entrenamientos.
El Vitória de Setúbal también se sumó este lunes a los entrenamientos de la mano del técnico español Julio Velázquez, que persigue continuar con su buena senda de resultados.
Desde que se suspendió la competición en la primera semana de marzo, los clubes lusos habían mostrado su preocupación por el ahogo económico, ya que los derechos televisivos no los reparte la Liga de Portugal, sino que es el operador -que decidió cortar los pagos hasta que no se reanudara el campeonato- el que los otorga directamente a cada club.
El único club que decidió aplicar un expediente de regulación temporal de empleo fue el Beleneneses, mientras que el resto optaron por negociar reducciones salariales de entre el 30 y el 50 %.
En Portugal, muchos clubes de la segunda división han mostrado su disconformidad ya que en el plan de desescalada de la pandemia de la COVID-19 presentado la pasada semana por el Gobierno luso sólo se contempló la vuelta de los partidos de la primera división, mientras que no hay nada decidido sobre la categoría de plata.