Decenas de miles de personas salieron a la calle a lo largo de un recorrido que llevó a cerca de 800 atletas desde el este de Londres, cerca del Parque Olímpico de Stratford, hasta el Palacio de Buckingham, pasando por algunos de los enclaves más reconocibles de la capital británica, como la plaza de Trafalgar y la catedral de San Pablo.
Los atletas recorrieron casi 5 kilómetros a través de una multitud entre la que ondeaban innumerables banderas británicas en una comitiva formada por 21 camiones con remolque descapotable.
A bordo del primer vehículo, con sus dos medallas de oro al cuello, saludaba el atleta local de origen somalí Mo Farah, que a sus 29 años ha cambiado este verano el panorama del fondo mundial al imponerse en las pruebas de 5.000 y 10.000 metros.
El protocolo de la jornada ubicó a los deportistas por orden alfabético según sus disciplinas, de modo que los atletas y los arqueros desfilaban en los primeros vehículos de la comitiva, mientras que los jugadores de waterpolo cerraban la marcha.
Jessica Ennis, una de las heroínas británicas en Londres 2012, que marcó un récord nacional para hacerse con el oro en el heptatlón olímpico (6.955 puntos), se encaramaba a la barandilla del segundo vehículo de la procesión para saludar a los londinenses y turistas que se apostaban en las aceras del recorrido.
En total, el equipo de Gran Bretaña ha subido en 185 ocasiones al podio este verano, entre los Juegos Olímpicos (65 medallas) y los Paralímpicos (120), en 63 de ellas para recoger un oro.
La nadadora de 17 años Ellie Simmonds, ganadora de dos medallas de oro, una de plata y otra de bronce, y una de las atletas que más éxito ha cosechado en los Paralímpicos, despertó asimismo el entusiasmo del público.
Tampoco faltó a la cita que pone punto final a los Juegos el ciclista Chris Hoy, que a sus 36 años rompió todos los récords olímpicos británicos en el velódromo de Stratford al conquistar la séptima medalla de su carrera, la sexta de oro, más que cualquier otro deportista del Reino Unido en la historia.
En el último tramo del recorrido, en la céntrica avenida The Mall, los organizadores reservaron espacio para que 14.000 voluntarios, miembros de los equipos de emergencia y seguridad, así como militares que han participado en el dispositivo de la cita olímpica, estuvieran cerca de los deportistas.
La llegada de los atletas al Palacio de Buckingham provocó de nuevo la euforia entre el público, un día después de la ceremonia de clausura de los Paralímpicos, que anoche reunió a casi seis millones de británicos ante el televisor.
Sobre un escenario en el que amenizaron la tarde las actuaciones de la escocesa Amy MacDonald y el dúo Pet Shop Boys, la ciclista paralímpica Sarah Storey y Chris Hoy pusieron el colofón a la fiesta al agradecer su apoyo al público británico.
“Si tienes que acabar de algún modo tu carrera olímpica, este es el mejor modo de hacerlo. Muchos atletas se despiden hoy de los Juegos Olímpicos”, afirmó el corredor escocés.