Por Lorenzo Villalba - @loviga69
Habíamos arrancado tan bien la fecha 1 del torneo Apertura 2024 denominado Iván Almeida. Nuestro artículo lo encabezamos con un “Lo muy bueno...” por los grandes goles y las grandes acciones en el campo de juego de los verdaderos protagonistas del espectáculo: Los futbolistas. Pero esta vez, apenas transcurrida la tercera fecha, surge la cara fea del fútbol que aleja a la familia de las canchas.
LO FEO
Una vez más las barrabravas hacen de las suyas, algo que no es nuevo ni extraño. Este cáncer del fútbol paraguayo no va a terminar hasta que realmente las autoridades tomen al toro por las astas. El poder de esta basura de la sociedad es tanto que es capaz de obligar a la suspensión de un partido, como ocurrió el lunes en Cerro Porteño vs. 2 de Mayo. No es la primera vez que esto ocurre y lo peor es que esta misma lacra sigue ingresando a las canchas impunemente.
Ya conocemos cómo sigue esta historia: Habrá “sanción” a la barra Plaza y Comando, pero sus integrantes seguirán acudiendo a las canchas como cualquier otro hincha decente, como si no hubiera pasado nada. Hay que identificarlos (algo que se sabe).
El Defensores cuenta con un sistema de circuito cerrado, desde hace varios años, en el que deben reconocer a esta gente e iniciar una demanda, ya sea la APF o Cerro o ambos, por este verdadero atraco al fútbol paraguayo. Lo peor no es el acto en sí, que gracias a Dios no dejó muertos por la ferocidad de la batalla, sino por la impunidad de la que gozan estos energúmenos que cada vez van a alejar más a las familias de las canchas.
La APF y los clubes deben iniciar de una vez por todas una campaña seria, junto a Fiscalía y Policía Nacional, para erradicar las barras y esto incluye a las de Olimpia y Luqueño que también son como feroces lobos hambrientos, acechando, listos para atacar. Todos sabemos lo que debe hacerse, solo faltan ganas de limpiar nuestro fútbol de una vez por todas.
LO MALO
¿Y LA HORA? La APF no ayuda para que la familia vaya a la cancha, al menos la más humilde. Organizan los partidos de segunda hora a las 20:50 a sabiendas de la inseguridad reinante en el país y, como es de conocimiento general, la falta de transportes públicos en Asunción.
Ah, desde la fecha 4 adelantan 5 minutos y empezarán a las 20:45. Con la hostilidad de las barras visibilizada el lunes y el horario que no ayuda, uno va a pensar diez veces para asistir a los estadios y poner en riesgo a sus familiares.
LA INTERPRETACIÓN. Lastimosamente, tan solo en la segunda fecha, saltó el primer principal error referil. Entendemos que se trata de un error absolutamente involuntario y de interpretación de los árbitros Blas Romero y Juan Gabriel Benítez (VAR).
El gran perjudicado fue el Sportivo Luqueño que no solo encajó un gol viciado de nulidad, sino que sus jugadores fueron sacados de quicio. Es increíble que un árbitro de la experiencia de Juan Gabriel Benítez haya cometido semejante papelón porque en la primera imagen de la tevé se notó la mano infractora del jugador de Libertad, Óscar Tacuara Cardozo, quien claramente bajó el balón con el brazo, terminando en gol de Lorenzo Melgarejo.
El tema traspasó las fronteras del fútbol, lamentablemente, con la iniciativa de la Junta Municipal de Luque de declarar personas no gratas a dichos árbitros, como si los políticos hicieran tan bien su trabajo.
EL QUE A HIERRO... Primer soldado caído. Víctor Hugo Dávalos, quien había anotado un golazo en la primera fecha ante Cerro, sufrió fractura de tibia en una jugada temeraria en la que, quizá, pudo haber lesionado al rival (Espinoza). La peor parte se llevó él y su equipo se quedó con uno menos porque fue expulsado. ¡A recuperarse!
¿Y ESE GESTO? Deplorable la actitud del técnico de Nacional, Juan Pablo Pumpido, arremetiendo contra el juez Derlis López en el partido ante Olimpia. Por poco no lo agrede físicamente, aunque lo hizo con su gesto en que se nota claramente que pone en tela de juicio la honestidad del joven árbitro.
Se entiende el nerviosismo por el fallo, pero hay que mantener la compostura. Más aún que se corroboró que el gol fue anulado correctamente por infracción que el propio protagonista, Claudio Núñez, confesó.
LO BUENO
SI TACUARA LO DICE. Plausible actitud de Tacuara Cardozo, según los propios jugadores de Luqueño, quien confesó la mano e instó al árbitro Romero a anular el gol y a seguir jugando. Más no fue escuchado. Otro error referil. El mismo Tacuara se encargó de convertir el segundo gol gumarelo con un soberbio cabezazo, ganando en el salto limpiamente a otro gran cabeceador: Pablo Aguilar.
GENIAL. Un debut soñado tuvo entre semana el volante Carlos Arrúa en el Olimpia. Con una definición de crack le dio el triunfo ante Tacuary en Encarnación por la fecha 2. Por momentos, el Decano asomó levantando cabeza ante Nacional, pero al final el Trico le dio un akapete’i para dejarlo en el sitio incómodo, futbolísticamente hablando, del que le cuesta bastante salir.
GOLES SON... El Ciclón arremetió con todo en las dos primeras fechas (su tercer partido está inconcluso) con Cecilio Domínguez y Juan Manuel Iturbe como puntas de lanza. En dos fechas hicieron siete goles con dicha dupla como figuras, hábiles, veloces y goleadores.
TRES EN DOS. Siempre nos regocijamos cuando emerge una figura juvenil en el fútbol. Adrián Alcaraz (jugador de Guaraní perteneciente a Libertad) saltó al podio de goleadores al anotar tres goles en dos partidos. En pocos minutos se erigió en un cabeceador demoledor con el agregado de dar vitalidad a un Walter González que recobra vuelo a su lado.
Fuente: Última Hora