Es que, según Ocampo, el equipo fue perjudicado en el partido contra Libertad que terminó 1-1, tras anular una jugada iniciada por Raúl Román convertida en gol por Centurión que fue invalidada por el asistente del partido, Roberto Cañete, por posición prohibida, decisión catalogada por los visitantes como incorrecta.
“Una de las mejores jugadas termina en gol y fue anulado, desde mi banco me permitía apreciar la habilitación del jugador. No es el árbitro quien cobró, sino el asistente”, dijo Ocampo.
El perjuicio no acabó allí. Lo que más enervó al titular blanquinegro fue la actitud “agresiva” del árbitro Ulises Mereles. “Viene Ulises y agrede a Raúl (Román), ante lo que Tacuarita (Ramón Cardozo) reclama y le da un puntín, por lo que le saca la roja”, enfatizó.
“No apruebo la reacción del jugador, pero ¿quien provocó eso?, el árbitro. Creo que nadie debe agredir a nadie”, afirmó en conversación con la 730 AM. Aseguró que ya queda en manos de Román hacer la denuncia civil en la que no interviene la institución. La misma sí puede recurrir a la instancia administrativa para sancionar a los jueces involucrados.
“Los líneas también definen los partidos últimamente con sus actuaciones. Tenemos que encontrar el camino para enaltecer el fútbol. Creo que hay errores, no intencionados, pero que existen, no es un fantasma. Está pasando algo en nuestro arbitraje. Y eso afecta a los jugadores que no consiguen regularidad (…) no pueden crecer en un medio en el que el arbitraje afecta mucho el transcurrir de los partidos”, finalizó.
Foto: Última Hora.