Por Víctor Sostoa - Twitter: @Vicsostoa
Pese a su juventud, desde hace cuatro años, toda esa carga física, mental, emocional le mantiene aferrado a sus sueños, que aparte de los personales, incluyen a la familia y en especial a doña Matilde Colmán de Marín (su madre).
LEJOS DE ELLA. Hoy es justamente el Día de la Madre y como los años anteriores, no podrá compartir con su mamá. “La Semana Santa vino a pasar conmigo unos días, ya que no pude ir y me trajo chipa que ella hizo”, señaló con la humildad e inocencia que emana en cada palabra, este jugador que en la cancha es toda una fiera, que en base a fortaleza, habilidad y goles enloquece a sus rivales y fuera de ella es apenas un adolescente, casi un niño todavía.
Suspira y agrega: “Y para el Día de la Madre, lastimosamente no voy a poder ir, como casi todos los años. Solo le mandaré desde acá para su regalito, como siempre hago”. “Es muy sacrificado el fútbol”, reflexiona.
Doña Matilde visitó a Antonio en la pensión del club.
VIVIR JUNTOS. Antonio anhela vivir nuevamente con su madre y cuando pueda adquirir una vivienda, pretende plantear a doña Matilde dejar su tierra natal: “Es uno de mis planes, dependerá de ella nada más, si acepta o no. Aunque seguro le costará mucho dejar sus raíces. Si decide no venir, de igual manera uno de mis objetivos, es construir una casa para la familia en Concepción”, dijo.
Algo que lamenta Marín, es que su madre aún no la vio jugar en vivo con la casaca de Guaraní. “Todavía no pudo venir a verme jugar”, expresó el aurinegro, que todo lo que percibe en concepto de salarios y premios envía a la familia.
EN PRIMERA PERSONA
“Mi nombre es Antonio Marín Colmán. Nací en Concepción, el 21 de julio de 1999. Tengo 1,72 m y peso 71 kilogramos”.
“Debuté contra Olimpia, en la fecha 4 del Apertura, el 26 de febrero. Jugué 45 minutos y fui reemplazado. Ese partido terminó 3-3".
“Mis primeros goles en Primera, los convertí contra Independiente, fue en la fecha 6, marqué 2 goles y ganamos 3-2".
MIS PADRES: “Luciano Marín Fernández y Matilde Colmán de Marín. Tengo 7 hermanos, 2 mujeres y 5 varones, soy el séptimo, el pahague (el último)”.
MIS INICIOS: “Comencé jugando por el barrio con mis amigos, después pasé a la Escuela de Fútbol Centro de Desarrollo Municipal De Concepción (CDM). Ahí empecé a los 10 años y jugué por varios años. Luego pasé a la Liga Juvenil de Concepción, mi club se llamaba Villa Real de la Concepción, jugué solo unos cuantos meses ahí y después directo ya vine para hacer las pruebas en Guaraní, me quedé y formé parte de las Formativas del club, desde el 2013".
FUERON INFLUYENTES. “En Concepción el que más influyó en mi carrera fue el profesor Francisco Zeballos. Con él me inicié y aprendí muchas cosas. Estuve varios años bajo su cargo, hasta llegar a las formativas, no me quiero olvidar de él”.
“En las Formativas de Guaraní, al profesor Badayco Maciel le debo mucho. Le tengo un gran aprecio. Empecé con él desde la sub 14, desde que llegué a Guaraní prácticamente hasta subir en la Primera estuve bajo su cargo. Me enseñó muchas cosas, prácticamente gracias a él estoy donde estoy. También mi familia que siempre está conmigo”.
LA PENSIÓN, SU SEGUNDA CASA
“La vida acá en la pensión es normal diría yo. Nos llevamos muy bien con todos, compartimos momentos especiales cuando alguien está de cumpleaños, son las amistades que nacen gracias al fútbol”, expresó Marín.
“Hay momentos donde algunas veces me siento triste, en donde quiero estar con mi familia, con mis amigos de infancia, pero lastimosamente el tiempo ya no vuelve, no se recupera”, lamentó.
Marín (de azul) en el comedor del club aborigen.
“Antes me despertaba todos las días a las 4 de la madrugada para ir a entrenar, no importaba si llovía, hacía frío, calor o no había colectivo. Pero todo el esfuerzo que hice ahora está dando su fruto gracias a Dios”, valora.
“Todo lo hago por mis sueños y que de a poco se van realizando”, aseveró.
SE REFLEJA EN. “Acá en Paraguay, mi espejo es mi compañero Hernán Rodrigo López. En el plano internacional me gusta mucho como juega Luisito Suárez, ya que juego en ese puesto, sería más o menos mi espejo él. Pero mi ídolo máximo siempre fue, es y será Cristiano Ronaldo, pero no me comparo con él. Solo es mi gran ídolo”, contó.
" Mi objetivo ahora mismo es mantenerme de titular de Guaraní, salir campeón, ser transferido y después jugar por la Albirroja”, concluyó.
Antonio (derecha), en la habitación de la pensión.