El presidente del Barcelona, Joan Laporta, sentenció que el club azulgrana “aún está en la UCI, pero está mejorando” en una entrevista concedida al programa ‘Onze’ de Esport 3.
“Hay datos y parámetros que así lo indican. Tengo más ganas que nunca de que esto salga bien, no me arrepiento de haberme presentado para ser presidente del Barça”, consideró en sus primeras declaraciones públicas tras el cierre del mercado de fichajes.
Respecto a la marcha de Leo Messi, Laporta insistió en que “lo que hubo es lo que se explicó, son datos objetivos que todo el mundo puede contrastar”. Y añadió: “Se nos hizo la presión de que o firmábamos el acuerdo con CVC, hipotecando los derechos televisivos del Barça por medio siglo, o no cumpliríamos con el Fair Play Financiero”.
Además, Laporta dijo que otro detonante para la salida del jugador argentino fue que en ese momento aparecieron “las primeras conclusiones de la ‘due diligence’ y eran muy malas”.
El presidente azulgrana también reconoció que no ha vuelto “a hablar con Messi desde su marcha” al Paris Saint-Germain y que para él “fue una sensación extraña verlo con otra camiseta y pensar que quizá esta temporada” el Barça se podrá “enfrentar” contra él. Y negó que hubiese alguna “salida de tono de Jorge Messi”, el padre del jugador, durante las negociaciones.
Laporta se mostró satisfecho por la rebaja salarial lograda durante este verano: “Hemos pasado del 110% de la masa salarial respecto los ingresos del club al 80% (situada ahora en los 412 millones de euros)”.
Por este motivo, quiso “dar las gracias a Mateu Alemany (director del área de fútbol), a Rafael Yuste (vicepresidente deportivo) y a todos los jugadores que se han rebajado la masa salarial, especialmente a los capitanes, y a otros que se están planteando hacerlo, como Samuel Umtiti”.
Preguntado por si hubiese sido posible que Messi se quedara si todas estas operaciones se hubiesen realizado antes de su marcha, el presidente del Barça sentenció que de todas maneras “no se hubiese podido pagar su salario”.
Pero admitió que este verano intentó fichar a Neymar, como avanzó RAC 1 este lunes. “Sabíamos que él iba loco por volver al Barça y en ese momento pensábamos que la interpretación del Fair Play financiero por parte de Javier Tebas era diferente de la que finalmente ha sido”, argumentó.
Respecto a Ronald Koeman, de quien se puso en duda su continuidad al finalizar el curso pasado, Laporta aseguró que tiene “todo” su “apoyo” y su “respeto”, y explicó que habla “con él habitualmente” como ha hecho “con el resto de entrenadores” que ha tenido.
“El modelo de Johan Cruyff es innegociable y Koeman lo sabe, en su despacho tiene una foto de Cruyff, su ‘cruyffismo’ es incontestable”, sentenció Laporta ante las dudas sobre si es un entrenador de su agrado.
El último fichaje del Barça, Luuk de Jong, un delantero con un gran juego aéreo, precisamente fue una petición de Koeman. Durante la entrevista Laporta defendió esta incorporación: “En el ‘Dream Team’ de Johan Cruyff había Julio Salinas, un jugador del estilo de Luuk de Jong. Hoy lo hablaba con Jordi Cruyff, que su padre también hacía cosas que se salían un poco del estilo”.
Quien se fue el último día de mercado fue Antoine Griezmann con destino al Atlético de Madrid. Para Laporta el delantero francés “no encaja en el sistema de juego” del Barça. “Todos esperábamos más de Griezmann, pero él lo ha dado todo y nunca le he visto una actitud que pudiese ser criticable”, añadió.
Laporta también se mostró contundente sobre el futuro de la Superliga: “Está viva, en los tribunales hemos ganado todo. La UEFA no puede tomar ninguna decisión que nos perjudique. Hay clubes que nos piden que sigamos adelante porque es lo que nos conviene. Los clubes ingleses son los que la impulsaron, pero tienen una presión muy fuerte”.
Y sobre las cuestiones que está sacando a la luz la ‘due diligence’ que se presentará en detalle en la Asamblea de Compromisarios de octubre, Laporta anunció que se están encontrando “presuntas corruptelas y presuntas actuaciones delictivas” en la gestión de la junta de Josep Maria Bartomeu. “Estamos analizando si hay que depurar responsabilidades”, añadió.