Para ello se preparó a rematar el argentino Oscar Scarione, colocó el balón, retrocedió hasta salir fuera del área, y cuando el juez habilitó el tiro, apareció “sorpresivamente” el delantero Pa Madou, quien no le pegó bien y el portero terminó quedándose con el balón.
Además de que la jugada no causó el efecto sorpresa, el árbitro no aplicó la regla 14 de la FIFA sobre los remates desde el punto penal, donde se aclara que el jugador deberá ser debidamente identificado, siendo aquel que coloque la pelota en el punto de remate.