La UCI, que confirmó haber recibido la pasada semana el informe de la Fiscalía, señala que se tomará el caso “muy en serio” y que ha recopilado información reflejada en los medios de comunicación desde diciembre de 2011, cuando se planteó por primera vez por la revista suiza L’Illustré.
La Federación que rige el ciclismo mundial abrirá una investigación oficial, en la que si encuentra “cualquier implicación de un equipo” podrá aplicar sus normas, en las que se incluye pedir a la Comisión de Licencias volver a evaluar la concesión de las mismas, lo que podría poner en peligro al Astana y el Katusha como equipos del World Tour.
Tanto el kazajo Vinokurov como el ruso Kolobnev serán citados a una reunión en la sede de la UCI en Aigle, donde deberán dar sus explicaciones sobre el informe de Padua.
La Fiscalía de Padua sospecha que el kazajo Vinokourov, campeón olímpico de ruta, compró su victoria en la Lieja-Bastoña-Lieja en 2010.
Según fuentes de dicha Fiscalía, existen “pruebas irrefutables” de que Vinokurov pagó cerca de 150.000 euros a Kolobnev para que le dejara ganar la Lieja de 2010. Los investigadores disponen como prueba de algunos correos electrónicos enviados entre ambos.