El 21 de junio arrancará la jornada vigésima tercera con el Zenit San Petersburgo como líder destacado, con nueve puntos de ventaja sobre el segundo, el Lokomotiv Moscú.
Precisamente, el partido de la jornada será el que enfrente al CSKA Moscú, que es ahora quinto clasificado, y al Zenit, que ya se alzó con el título la temporada pasada.
Los ocho partidos que quedan deberán disputarse del 21 de junio al 22 de julio, lo que significa que cuatro de la jornadas de liga se disputarán entre semana.
La liga rusa fue una de las últimas en Europa en suspender sus partidos a mediados de marzo pasado, ya que la pandemia se hizo notar en Rusia más tarde que en Europa Occidental.
La nota no precisa si los encuentros se jugarán con o sin público en las gradas, aunque el presidente ruso, Vladímir Putin, explicó que el levantamiento de las restricciones depende de cada región en concreto.
Al respecto, Moscú mantuvo el confinamiento hasta final de mes, mientras otras regiones como Tatarstán levantaron la cuarentena esta misma semana.
Según anunció la UFR, los equipos podrá hacer cinco cambios por partido con el fin de minimizar los riesgos de lesión debido a los dos meses de parón por la COVID-19.
Además, aunque la prensa había sugerido lo contrario, descenderán los dos últimos clasificados, que ahora son el Akhmat de Grozni, farolillo rojo con 20 puntos, y el Krilie Sovétov con 22.
El hueco que dejen los descendidos será cubierto por los dos primeros equipos de la división de planta, Rotor y Khimki, cuyo campeonato fue suspendido en marzo y no se reanudará.
En cuanto a la copa, se reanudará también el 21 de junio y la final se jugará el 25 de julio.
“El lugar donde se jugarán los partidos de Copa se decidirá teniendo en cuenta la situación epidemiológica”, informó la UFR en twitter.
Según informó la prensa, doce de los dieciséis equipos de la liga rusa se oponían a reiniciar la competición, lo que incluía al Lokomotiv Moscú, que tenía garantizada una plaza en la Liga de Campeones, y el histórico Rubín, antepenúltimo clasificado y que ahora deberá luchar por la salvación.
En cambio, querían seguir compitiendo el Zenit; el Krasnodar, que es tercero con los mismos puntos que el Lokomotiv; el Rostov de Valeri Karpin, equipo revelación, que es ahora cuarto, y el CSKA Moscú, quinto clasificado y que agobiado por los problemas económicos, aspira a disputar, al menos, la fase previa de la Champions para aliviar sus penurias.
El presidente de la UFR, Alexandr Diukov, fue desde un principio firme partidario de reanudar el torneo cueste lo que cueste.
La liga ucraniana anunció ayer que reanudará la competición el 30 de mayo, mientras la vecina Bielorrusia, que tiene casi 27.000 casos y 151 muertos por coronavirus, decidió dar comienzo a la liga en marzo pese a la pandemia y, a día de hoy, es el único torneo del continente aún en marcha.
Las ligas francesa y holandesa han optado por dar por terminada la temporada, mientras que la alemana se reanuda este fin de semana y la española, italiana e inglesa lo harán, previsiblemente, más tarde.