Julio Manzur firma la camiseta de un hincha al llegar a Colombia. Foto: Fernando Calistro - Última Hora.
Por César Báez - @Cesbaez, cesar-baez@d10.com.py
Eran las 10.30 cuando partí de mi casa, zona de la Municipalidad de Asunción. Me dije, de aquí al aeropuerto, un domingo, son como máximo 10 minutos. Error, el pasajero de lujo era el plantel de Olimpia y a 3 horas del vuelo ya comenzó a formarse la fila de vehículos que circulaban por Madame Lynch rumbo al Silvio Pettirossi. Con todo el amor hacia su club, los franjeados llegaban en masa para despedir a sus ídolos.
Ansiedad. Los fanáticos decanos esperan por el plantel para partir rumbo a Bogotá. Foto: César Báez - D10.
Las 11.00, primer piso del aeropuerto, todos haciendo el chek in y sacándose fotos con el Rey de Copas. El vuelo estaba marcado para las 13.00, y la gente no paraba de llegar. Cientos de hinchas franjeados coparon el aeropuerto en la Ciudad de Luque y el fervor alcanzó su pico con la llegada del bus franjeado escoltado por una interminable fila de vehículos.
El Rey de Copas esperando que los jugadores lleguen al aeropuerto.
En ese momento ya todos estábamos a bordo, periodistas, hinchas e integrantes de la delegación. Los jugadores comenzaron a subir al Airbus 320, personalizado con el escudo del Campeón del Mundo. Fue allí que comenzó la fiesta a bordo de la nave, todos cantaban al unísono “Oooo, dale, dale Oooo, dale Oooo, dale Oooo, dale, dale Oooo”, acompañado del aplauso de todo el plantel.
Vuelo tranquilizador de la delegación franjeada. Foto: César Báez - D10.
Ya en el aire se pudo ver a los jugadores serenos, distendidos. Manzur como siempre con los auriculares durante todo el viaje, otros reposando en sus asientos al igual que el técnico Ever Almeida que no se movió de su lugar. Mientras tanto, Ale Silva, Juan Manuel Salgueiro, Enrique Meza, Fredy Bareiro y otros jugaban una partida de maka'í.
Los jugadores franjeados juegan a las cartas en pleno viaje. Foto: César Báez - D10.
Chucky Castorino y Enzo Prono recorrieron todo el avión. Fueron de un extremo al otro para saludar a su gente, conversar con todos y realizar la tradicional firma de camisetas.
Castorino firmando la camiseta de un hincha. Foto: César Báez - D10.
El “dale Oooo” se escuchó una y otra vez durante casi 5 horas de vuelo, hasta el momento del aterrizaje. A la hora de desembarcar se dio la separación. Los jugadores bajaron primero y fueron directo al hotel Estelar en la Calle 93. Los hinchas realizaron los trámites correspondientes e hicieron sentir la presencia paraguaya en el aeropuerto El Dorado. Allí volvieron los cánticos, el “dale Oooo” y el “borombonbon, borombonbon” retumbaron en las puertas del lugar y en los tres buses que los trasladaron al hotel.
Ya instalados en el hotel Estelar en la Calle 100, a unas pocas cuadras de la sede en la que se aloja el plantel, los hinchas siguieron la fiesta distintos bares de la Calle 93. La fe del olimpista está intacta, y no es para menos, el Decano busca la final de la Copa en Colombia con una ventaja de 2-0 conseguida en Asunción.
Algunos ya piensan en un próximo vuelo a Argentina o Brasil, otros, más cautos, prefieren no hablar de lo que podría ser la final y aguardan expectantes el partido de este martes ante Independiente Santa Fe en el Campín de Bogota.
Este lunes, Olimpia hará su última movilización en el “campincito”, ubicado a un costado de la sede del encuentro. El plantel no hará el reconocimiento del Campín.