De los 15 penales que hasta ahora le han pateado, Santiago Rojas tapó 9. El último se registró en la noche del miércoles, cuando nuevamente volvió a decir presente en el mano a mano con Leandro Fernández.
Salvo que como pocas veces, el Kili cedió un rebote frontal que acabó por fusilarlo, aguardando quizás el auxilio defensivo que nunca llegó.
Lo que las cámaras no muestran del todo es que la evidente parsimonia de sus compañeros de zaga lo sacaron de quicio. Con el 1-3 abajo, Rojas vociferó a los cuatro vientos, pateó el suelo, gesticuló y con muestras de suma frustración exigió mayor respuesta al equipo.
El 1-4 final dejó sumamente complicada a La Academia en Copa Sudamericana, arrancando una historia contra todo pronóstico a la que en Avellaneda aun le sobra un capítulo por redactar, el próximo 2 de noviembre.