El técnico español se enfadó y gesticuló airadamente después de que no pitaran a favor de su equipo lo que él entendió que eran dos penaltis claros por mano de jugadores del Liverpool.
Una vez acabado el partido, Guardiola se dirigió a los colegiados y les dio las gracias, y añadió un “muchas gracias”.
Luego, en rueda de prensa, negó que fuera en tono sarcástico y evitó criticar a los árbitros, remitiéndose a ellos cuando le preguntaron por las jugadas polémicas.
En la victoria por 3-1 del Liverpool ante el City, los celestes reclamaron dos penaltis por mano de Trent Alexander-Arnold. Ninguno fue pitado por el colegiado ni las decisiones fueron cambiadas por el VAR.