El máximo organismo del balompié inglés busca penalizar la simulación y los ‘piscinazos’ en sus ligas, y para ello ha aprobado una serie de reformas que le permitirán actuar de oficio para revisar las jugadas en las que un futbolista haya simulado y cuya acción posterior haya supuesto una ventaja, ya sea un penal o la expulsión de un rival, para su equipo.
El organismo presidido por Greg Clarke castigará, después de que un panel, formado por un antiguo árbitro, un antiguo jugador y antiguo entrenador, revise los lunes los encuentros de la jornada, a los futbolistas que hayan simulado una infracción durante un lance del juego que no haya sido percibido por el árbitro.
Con esta medida, que ha sido aceptada y comunicada durante la asamblea general anual de la FA, celebrada este jueves, los jugadores que simulen recibirán un castigo similar al que obtendrían de haber sido expulsados con tarjeta roja directa.
Según informó la FA, sólo serán sancionadas las acciones que hayan derivado en un penalti o en la expulsión de un rival, siempre y cuando los tres miembros del panel estén de acuerdo. EFE