El conjunto de Claudio Rainieri, que el martes se enfrenta al Marsella en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones, fue presa de su propia ansiedad. Sufrió para sacar los tres puntos en Verona. Más aún cuando Diego Milito falló un penalti al cuarto de hora de partido.
El choque no se desatascó hasta el tramo final. Primero con el gol de Samuel, de cabeza, para rematar un córner a tres minutos del final. Después, a continuación, con el tanto de Milito, que sentenció el partido y dio los tres puntos al Inter, sexto provisionalmente. EFE