Immobile, tercer jugador italiano capaz que gana este trofeo, triunfó en esta edición por delante del polaco Robert Lewandowski, del Bayern Múnich (34 goles), el portugués Cristiano Ronaldo, del Juventus (31 goles), o el alemán Timo Werner, entonces del Leipzig (28 goles).
Antes de Immobile, Luca Toni conquistó la Bota de Oro en 2006, con 31 goles en el Fiorentina, y el capitán del Roma Francesco Totti lo hizo en 2007, con 26 goles.
En la peculiar clasificación de la Bota de Oro, se valoran con dos puntos los goles marcados en las ligas alemana, española, inglesa, italiana y francesa. Tienen el valor de 1,5 puntos los que se marcan en los campeonatos de Austria, Bélgica, Bulgaria, República Checa, Croacia, Escocia, Grecia, Holanda, Israel, Noruega, Polonia, Portugal, Rusia, Serbia, Suiza, Turquía y Ucrania. En el resto se les concede un solo punto.
“Ver la Bota de Oro desde cerca es una gran emoción. El hecho de que se me compare con grandes nombres (de delanteros) es una satisfacción enorme. Conozco mi historia, sé cuánto he trabajado para alcanzar determinados objetivos y recibir este premio es emocionante”, dijo Immobile, en declaraciones facilitadas por el Lazio.
El delantero italiano acudió a la premiación acompañado por el presidente del Lazio, Claudio Lotito, y recibió la felicitación de la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi.
El que más Botas de Oro ha ganado es el argentino Lionel Messi, del Barcelona, con seis triunfos (2010, 2012, 2013, 2017, 2018 y 2019), mientras que el portugués Cristiano Ronaldo la consiguió cuatro veces (2008, 2011, 2014 y 2015).