En la calurosa Estiria, Hamilton -que lidera el Mundial con 187 puntos, 36 más que su compañero finés Valtteri Bottas- cubrió, por la mañana, los 4.318 metros del Red Bull Ring, con neumático blando, en un minuto, cuatro segundos y 838 milésimas, 144 menos que el alemán Sebastian Vettel (Ferrari), tercero en el certamen, a 76 puntos del inglés.
En contra de lo que viene siendo habitual, los tiempos no se mejoraron por la tarde, así que al monegasco Charles Leclerc, compañero de Vettel en la ‘Scuderia’ le correspondió el honor de encabezar la segunda tabla de tiempos, con algo más de tres décimas de ventaja sobre Bottas, tercero en la primera sesión.
El español Carlos Sainz (McLaren), séptimo en el Mundial (el mejor de entre los que no pilotan en las tres escuderías con opciones) mantuvo el tipo: fue séptimo por la mañana, con blando, a 664 milésimas del espectacular y excéntrico campeón de Stevenage; y quinto por la tarde, con medio, a 459 de Leclerc.
Sin embargo este viernes se confirmó lo que ya se sabía el jueves: el talentoso piloto madrileño penalizará por haber cambiado los seis elementos de su unidad de potencia; y buscará la remontada el domingo desde el fondo de la parrilla; desde donde arrancará, al recibir idéntica sanción, el tailandés Alexander Albon (Toro Rosso).
Hamilton, de 34 años, que la pasada temporada igualó los cinco títulos del argentino Juan Manuel Fangio y que ya sólo tiene por delante en la lista histórica al alemán Michael Schumacher (con siete) marcó el mejor tiempo del día, que nadie mejoró después, en la sesión matinal.
Un entrenamiento que arrancó poco después de la reunión mantenida en el entre los representantes de los equipos, de la FIA y de Pirelli, el suministrador único de neumáticos, sobre la posibilidad de cambiar los compuestos y regresar a los del año pasado.
La idea del cambio, auspiciada sobre todo por Ferrari, fue rechazada en votación, según explicó en la posterior rueda de prensa oficial en Spielberg el italiano Mario Isola, principal responsable del suministrador de neumáticos. Así que, de momento, seguirá habiendo cinco compuestos para seco, de los que en el Red Bull Ring se usan los mismos que el pasado fin de semana en Francia: el C2 duro (reconocible por la raya blanca), el C3 medio (raya amarilla) y el C4 blando (roja).
Hamilton, que en Paul Ricard había logrado su sexta victoria del año -la cuarta seguida- marcó el mejor tiempo por la mañana con el blando, con el que giró en 1:04.838, 144 milésimas menos que Vettel, que lo hizo con el medio.
Estiria, la región en la que se ubica el circuito que albergará la novena carrera del año, no es ajena a la ola de calor; por lo que la gestión de las gomas y de los frenos va a ser determinante el próximo domingo. En un Gran Premio que sirve de homenaje a Niki Lauda, triple campeón mundial, mito indiscutible de la F1 y una de las figuras más relevantes, en el plano internacional, de toda la historia de la República alpina; fallecido el pasado 20 de mayo.
Lauda, enamorado de Ibiza, que apenas seis días después de fallecer -a los 70 años- en un hospital de Zúrich (Suiza), fue despedido en un funeral multitudinario en la catedral de su Viena natal, es el único austriaco que ganó el Gran Premio de Austria.
Lo hizo en 1984, con el McLaren MP4/2 con motor turbo TAG-Porsche con el que capturó su tercera corona: monoplaza que está expuesto este fin de semana en la ‘fan zone’ del Red Bull Ring.
Circuito en el que también esta instalado, dentro del ‘paddock’ y como una auténtica joya, el Ferrari 312 T con el número 12 con el que el legendario e irrepetible Niki ganó su primer Mundial, en 1975: un año antes del muy grave accidente en el Nürburgring alemán que lo marcó para siempre y que evitó, por poco, su segundo título, que ganaría de nuevo para la ‘Scuderia’ en 1977.
Hamilton ya le dedicó su triunfo en Mónaco al que fuera su jefe en la escudería dominante de los últimos seis años. Pero no le hará ascos a una nueva dedicatoria este domingo, cuando se produzca en Spielberg el homenaje oficial a la leyenda austriaca.
El segundo ensayo, mucho más caluroso, estuvo marcado por las dos banderas rojas provocadas por los dos últimos ganadores en esta pista: el holandés Max Verstappen (Red Bull), vencedor en 2018; que a falta de 55 minutos se salió de trazada en la última de las diez curvas; y Bottas -con problemas de motor por la mañana-, que, diez minutos después, se estampó de forma espectacular en la sexta.
Vettel -tercero en el Mundial, a 76 puntos de Hamilton-, a punto estuvo de unirse a la lista de damnificados, al salirse, aunque sin chocar, en idéntico punto en el que dañó su coche ‘Mad Max’. Zona especialmente deslizante en la que casi se fue también el líder.
Sainz, que el jueves comentó a Efe que “era un honor” saludar a Lauda, al que considera “un héroe”, fue séptimo por la mañana, a seis décimas del inglés; y quinto en la sesión vespertina, en la que también se dio un paseo por la gravilla. Un ensayo en el que Vettel fue octavo y Verstappen noveno, a más de siete décimas de Leclerc
El mexicano Sergio Pérez (Racing Point) fue decimoquinto por la mañana -a 1,6 segundos- y duodécimo por la tarde -a ocho décimas- en los entrenamientos libres; que se completarán este sábado, horas antes de la calificación que ordenará la parrilla de salida de la carrera dominical.