El Real Madrid cerró la preparación del clásico con su último entrenamiento en la ciudad deportiva de Valdebebas sin los franceses Karim Benzema y Ferland Mendy, bajas confirmadas ante el Barcelona, y el regreso del galés Gareth Bale que está a disposición de Carlo Ancelotti.
Para sorpresa de todos, el galés fue el elegido para jugar como delantero centro en el último partido que se perdió por lesión Benzema. Fue en La Cerámica ante el Villarreal. Ahora, Ancelotti busca un sustituto y Bale, tras perderse el entrenamiento del viernes, trabajó el sábado junto al resto de sus compañeros y está a disposición de su técnico.
Se le vio sonriente a Bale en el inicio de la sesión, bromista con el resto de sus compañeros en el calentamiento. El galés no juega un partido en el estadio Santiago Benrabéu desde hace más de dos años, el 26 de febrero de 2020. Los cinco encuentros en los que ha participado esta campaña, han sido todos como visitante.
Toda la plantilla madridista salvo los lesionados Benzema y Mendy que se quedaron en el interior de las instalaciones, completaron la última sesión, un entrenamiento suave de día previo a partido, con rondos, ejercicios con balón, partido en un campo de dimensiones reducidas y ensayo final de disparos a puerta.
Ancelotti siguió de cerca el estado de cada uno de sus jugadores para terminar de perfilar un equipo titular en el que debe introducir cambios. El brasileño Marcelo y Nacho Fernández pugnan por el lateral izquierdo y un amplio abanico de posibilidades entran en juego para la demarcación de delantero centro. Desde la natural, Mariano Díaz y Luka Jovic, hasta la de modificar la posición de otros como Marco Asensio, Rodrygo, Gareth Bale, Isco Alarcón o Eden Hazard.