El entrenador del PSG, Christophe Galtier, no descarta la posible marcha de Neymar, a pesar de estar contento con su rendimiento, y niega roces entre la estrella brasileña y Kylian Mbappé por el lanzamiento de los penaltis.
“El mercado siempre depara sorpresas, muchas sorpresas. Pero no he escuchado a Ney decir que se quiera ir. Trabaja bien, tiene un buen rendimiento y no me parece que sea un jugador que esté esperando algo. Pero el mercado (de fichajes) es el mercado”, señaló este viernes Galtier, esbozando una risa incómoda.
Durante la conferencia de prensa previa al choque liguero ante el Lille el domingo, el técnico francés también negó fricciones entre Mbappé y Neymar sobre quién tenía que lanzar un penalti decretado el pasado fin de semana ante el Montpellier.
“No pasó nada, fue algo corto. Los dos hablaron, hubo una conversación y Kylian dejó a Ney lanzar el penalti”, agregó.
En la goleada ante el Montpellier (5-2), Mbappé marró una pena máxima en el comienzo del primer tiempo y poco antes de la media parte hubo otro penalti en favor del PSG que tiró -y marcó- Neymar después de hablar con el delantero francés, al que se le notó algo incómodo después de esa charla.
Más tarde, Neymar infló la polémica al dar un “me gusta” en un comentario de uno de sus millones de seguidores en las redes sociales que aplaudía que el brasileño hubiera sido el que lanzó la pena máxima en lugar de Mbappé.
Para Galtier, la jerarquía está clara, con Mbappé como número uno, seguido de Neymar. Aunque dijo también confiar “en la inteligencia” de sus jugadores en determinadas circunstancias. El entrenador también citó a otros posibles tiradores, como Leo Messi o Sergio Ramos, del que destacó su calidad en los penaltis.
“Para los delanteros -agregó- es importante marcar, no solo por sus estadísticas, sino para mantener la confianza”.
Respecto a nuevos refuerzos, Galtier se mostró algo frustrado porque los “objetivos comerciales y los deportivos” no sean coincidentes en este momento y puso presión al club para que fiche a jugadores que permitan aguantar el ritmo de competición, aún más acelerado de este año debido a la compresión del calendario por el mundial de Catar.