El conjunto tricolor de Río de Janeiro tuvo dificultades para imponerse a un incómodo visitante argentino que jugó a defenderse, pero finalmente consiguió la victoria, con un gol en los minutos finales y otro en los de reposición.
El partido de ida terminó con un empate 1-1 en Buenos Aires.
El partido comenzó con pocas opciones de gol en el Maracaná pese a que el Fluminense fue el claro dominador durante todo el primer tiempo y el que más insistió en las jugadas ofensivas.
El tricolor carioca, sin embargo, se estrelló contra la muralla defensiva montada por el técnico Gabriel Milito, que, con importantes bajas, tan sólo alineó a Luciano Gondou en el ataque y prefirió encerrarse en su área e intentar los contragolpes.
El equipo comandado por el técnico Fernando Diniz, que ejerce simultáneamente como seleccionador interino de Brasil, necesitó esperar 25 minutos para comenzar a llegar con más peligrosidad a la portería de Miguel Acosta, que sustituyó al portero titular, Martín Arias, expulsado en el partido de ida en Buenos Aires.
La primera oportunidad clara la tuvo el argentino Germán Cano, actual goleador de la Libertadores pero que hoy volvió a pasar en blanco, que casi abrió el marcador para los locales al minuto 28 al aprovechar una inusual salida de Acosta de su área.
El colombiano Jhon Arias aprovechó que estaba menos marcado para conducir los ataques del Fluminense y distribuir jugadas que sus compañeros fueron desaprovechando.
Paulo Henrique Ganso también falló una oportunidad en el cobro de una falta, que Gondou consiguió desviar de cabeza casi en la línea, y Keno igualmente desperdició una posibilidad de gol al final del primer tiempo.
Para el segundo tiempo, en un intento de explotar mejor los contragolpes, Milito cambió a su único atacante por Thiago Nuss, un delantero más rápido, y el Argentino Juniors comenzó a llegar con más facilidad a la portería del Fluminense.
Diniz, por su parte, decidió sacrificar al defensa Felipe Melo, que cambió por el centrocampista Martinelli, en un intento de darle más poder ofensivo al Fluminense.
Los cambios favorecieron al conjunto argentino, que emparejó el control y comenzó a disputar el dominio del partido con el Fluminense y a turnarse en las jugadas ofensivas.
La disputa por el control aumentó, incluso con jugadas más violentas, y el árbitro tuvo que suspender unos minutos el partido tras una falta de André en la que Nuss terminó sangrando en la cabeza y luego para que los médicos atendieran a Acosta.
Las paralizaciones y los continuos errores de ambos equipos, sin generar peligro, favorecieron a los comandados por Milito, que se mostraron ansiosos por el empate en el Maracaná que los llevaría a la definición por penales.
Pero los visitantes terminaron castigados en el minuto 85 cuando, tras una jugada de Arias e insistentes disparos dentro del área de Kenney y Samuel Xavier, el segundo finalmente consiguió abrir el marcador con un disparo al ángulo.
Y en los minutos de reposición, tras peleas dentro de la cancha que obligaron al árbitro a expulsar a Milito y a Montiel, el Fluminense aumentó con un gol de Kennedy.