El técnico del conjunto de Río de Janeiro, el colombiano Reinaldo Rueda, se negó a anunciar antes del embarque si alineará como titular al criticado portero Alex Muralha, el sustituto inmediato del lesionado Diego Alves pero que perdió toda la confianza de los hinchas y de algunos dirigentes.
Muralha ya había sido relegado por fallas que lo pusieron como blanco de las críticas de los hinchas y el pasado jueves, dos minutos después de sustituir a Alves en el partido contra el Junior en el Maracaná, sufrió un gol que permitió a los colombianos ponerse en ventaja antes de que el Flamengo consiguiera remontar e imponerse por 2-1 en la ida de la semifinal.
El portero quedó aún más en evidencia el domingo cuando fue señalado como principal culpable de los dos goles con que el Santos se impuso al Flamengo a domicilio (1-2) por el Campeonato Brasileño.
El lunes parte de la prensa y de los hinchas dio como un hecho que Muralha ni viajará a Barranquilla y que sería sustituido por César, de 25 años, tercer portero del Flamengo, que jugó por última vea como titular hace dos años y que hasta ahora nunca había pasado de ser una eterna promesa del conjunto carioca.
“Estoy inscrito en la Sudamericana y estoy preparado, listo para jugar. Pregunten al entrenador”, dijo César el pasado domingo al ponerse a disposición para la difícil misión.
Rueda cerró las puertas del entrenamiento que comandó este martes antes del embarque rumbo a Colombia y no mostró su posible alineación titular. Cuando la prensa fue autorizada a ingresar a la práctica el único que quedaba en la cancha era precisamente Muralha, quien conversaba con varios dirigentes y miembros de la comisión técnica en una aparente demostración de confianza hacia el jugador.
El guardameta abordó tardíamente el autobús que trasladó al Flamengo hasta el aeropuerto de Río por lo que la prensa llegó a especular que finalmente no viajaría.
Pero antes de que el autobús llegara al aeropuerto, el conjunto rojo y negro divulgó la lista de su delegación a Barranquilla en la que Muralha aparecía en primer lugar.
La duda en torno al portero del Flamengo al parecer sólo será despejada por Rueda pocos minutos antes del partido.
En la crisis generada por la falta de garantía en la portería ha pesado especialmente la importancia que el partido del jueves ganó por representar la salvación del Flamengo en un año de decepciones.
Tras ser eliminado prematuramente este año en la Copa Liberadores y en la Copa do Brasil, y aspirar el domingo como máximo a un sexto lugar en el Campeonato Brasileño (del que puede ser despojado por su histórico rival Vasco y de paso perder cupo para la Liberadores de 2018), lo único que le queda como consuelo es la Copa Sudamericana.
De la delegación fueron excluidos el zaguero Rafael Vaz, que sintió dolores musculares y fue preservado por los médicos, y el delantero Everton, que continúa quejándose de dolores y será sometido a nuevos exámenes de resonancia.
El colombiano Gustavo Cuéllar, nacido en Barranquilla y a quien le correspondió dar la rueda de prensa antes del viaje, afirmó que el Flamengo, como puede clasificar a la final con un empate a domicilio, espera que el Junior salga al ataque en busca de un triunfo y deje espacios vulnerables.
“Ellos tienen un juego inteligente y una parte táctica buena, pero tienen que buscar un resultado en su casa. Van a tener que salir a jugar y dejarnos espacio. Es una cancha grande. Tenemos que ser inteligentes y aprovechar esos espacios”, dijo el colombiano.
La posible alineación del Flamengo el jueves es la siguiente: Alex Muralha o César; Pará, Réver, Juan y Miguel Trauco; Willian Arao, Gustavo Cuéllar, Diego y Everton Ribeiro; Federico Mancuello y Felipe Vizeu.
También viajaron a Barranquilla el portero Thiago, los laterales Rodinei, René y Klebinho; los zagueros Rhodolfo y Leo Duarte; los centrocampistas Rómulo, Marcio Araújo, Gabriel y Lucas Paquetá; y los delanteros Lincoln, Vinicius Jr. y Geuvanio. EFE